“Los carniceros de hoy, serán las reses del mañana” reza un refrán popular cargado de verdad y certeza si de actuar mal se trata y más, cuando al amparo del poder y la política se comenten arbitrariedades y omisiones en nombre del Estado.
La detención del ex procurador y ex gobernador de Hidalgo Jesús Murillo Karam resulta trascendente pues se comprueba una vez más, que el sexenio de Peña Nieto además de corrupto ha sido el más ignominioso respecto a la impartición de justicia.
Y él, muy quitado de la pena viendo sus destrozos desde España…
La desaparición forzada de los 43 humildes normalistas el 26 de septiembre del año 2014 (en un ambiente extraño), con la detención de Murillo Karam nos recuerda la podredumbre y bestialidad con la que muchas autoridades estuvieron coludidas.
Pensaron que podían vernos (una vez más), la cara de pendejos (muy común entre los perversos), armando verdades que hoy resultan pifias contra la opinión pública y el pueblo de México.
No cabe duda que el sexenio de Peña Nieto (denostado por la transformación encabezada por el presidente López Obrador), sigue en apuros.
En el pasado régimen desaparecer personas como objetos fue la constante de autoridades y gobierno.
El desmadre y la falacia siempre estaban presentes. Muchos poderosos subidos en el ladrillo del poder se sentían intocables en el México mágico y cósmico donde los priistas fueron los grandes maestros de la mentira y la simulación.
La detención del ex procurador es el buque insignia de la justicia en México respecto a salvaguardar el estado de Derecho.
Hoy los cambios en la vida pública del país imponen nuevas formas.
Las mismas que están dislocando a quienes insisten en conservar al viejo régimen lleno de canonjías y abusando del poder.
Pobre ex procurador. Pensó que podía repetir las mismas historias del pasado donde en el viejo régimen fueron intocables.
Los carniceros siempre eran carniceros y eso les daba valor para desmadrar a las instituciones y al Estado. Murillo Karam, un político viejo formado con las viejas prácticas pensó que podía mentir sin consecuencias y el reviré es ejemplar. Karma le llaman algunos…
Estamos ante una historia donde habrá muchos capítulos. La introducción se antoja llena de mentiras.
No será fácil que reconozca las maquinaciones que junto con otros funcionarios federales, estatales y locales construyeron para ocultar la verdad histórica en un sexenio marcado por la corrupción, la mentira y la desfachatez.
Estoy convencido que la función última del Estado es garantizar la integridad física y el bienestar del ciudadano. Al Estado le corresponde cumplir con el contrato social.
La sociedad informada estará expectante a conocer la verdadera historia pues nos siguen faltando 43, los mismos que estrujan la conciencia colectiva para vengarlos de justicia y de verdad por quienes han traicionado a la patria.
Murillo Karam debe hablar con la verdad teniendo como costo pagar con cárcel. Su pena es su redención.
El carnicero esta vez se convirtió en res…
@cuauhtecarmona