La política tiene muchas formas de objetivarse y donde encuentra el mayor espacio es en las elecciones. En estas depositamos nuestro derecho a elegir.
Esta semana deberán estar inscritos todos los que aspiran a un escaño en el congreso estatal en Coahuila. Elecciones históricas porque la pandemia vino a reformular los tiempos y formas de hacer campaña.
Donde el contacto físico se verá reducido y la comunicación socio-digital vendrá a desplazar las formas tradicionales de hacer política extrañando el acarreo.
La evaluación y resultados que en el imaginario político colectivo (trayectoria/reputación de todos los aspirantes), estarán en juego para renovar el congreso estatal. Competencia y rose entre todos los actores políticos.
En Torreón, un alcalde con fuego amigo, un gobernador lagunero que tiene descontentos a ciertos sectores comarcanos y un presidente de la República que en el norte el país, aún le cuesta comunicar la verdadera penetración de lo que significa la 4t.
Una campaña que se antoja cerrada y justa en algunos distritos donde vale la pena preguntarse:
¿Qué imagen tienen los Coahuilenses y especialmente los laguneros respecto a todos los partidos?, ¿Qué han hecho los actuales diputados por la laguna y como han mejorado la vida de los ciudadanos?, ¿Qué han aportado?
La mayoría sin iniciativas que operan en automático. Solo se vuelven expertos en conocer la autopista Torreón-Saltillo.
El ejercicio del poder estoy convencido tiene que ser legítimo y representativo.
Legítimo, porque con el sufragio se transfiere la alícuota de poder y el consentimiento necesario para asumir la autoridad. Representativo, porque aunque con él no se transfiere la voluntad, se transfiere el derecho de su ejercicio.
Una ecuación perfecta para hacer prospectiva de quien debe gobernar desde el legislativo en Coahuila y por qué ante unas elecciones históricas con todo y pandemia, serán el ejercicio inmediato para las próximas elecciones intermedias. Morena en Coahuila y Durango se dedican más a la grilla que a construir y respaldar el cambio de régimen.
Dicen que: “Las elecciones, a veces son la venganza del ciudadano. La papeleta es un puñal de papel” (David Lloyd), y no hay quien lo dude.
El pueblo pone y el pueblo quita, aunque se escuche demagógico y trillado.
Hoy ante un país polarizado donde lo mesurado y tenue se desplaza por lo blanco o negro, los Coahuilenses y en especial los laguneros tendrán la oportunidad de elegir un cambio radical ante el ocaso del PRI nacional y un PAN en decadencia.
@cuauhtemocarmona