“Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres”, sentenció Maquiavelo en épocas de intrigas palaciegas y de reinos divididos.
Hoy, esa frase toma vigencia en un contexto donde la oposición ataca con odio y resentimiento a la 4T sin entender en esencia lo que significa. La apariencia los engaña.
Y muy probablemente no entenderán el movimiento de MORENA pues no les conviene.
La política impulsada por AMLO (en un país clasista y racista), centra su fin en los pobres a diferencia de los opositores que centraron su política en los intereses económicos, la pérdida de soberanía y la corrupción.
A quienes apoyamos este movimiento nos señalan de morenacos, gobiernicolas, chairos y un sin número de adjetivos donde la descalificación y el insulto es la “carilla entre la raza bien” o, entre los whitexicans.
Pero eso vale “madres” pues vivimos sin rencores y odios y disfrutamos cantar: “Adiós mamá Carlota”.
A la 4T le está costando mucho desarticular el neoliberalismo o el “pinchi” modelito diría el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El discurso se tensa y la polarización nos coloca entre extremos.
No hay espacio para medias tintas o grises pues el cambio es trascendente e inédito.
Se retuercen y culpan al Presidente de la polarización.
Me surge una pregunta: ¿Qué esperaban? ¿Un monumento en palacio a los ladrones de Atlacomulco?
A estas horas de domingo muchos mexicanos esperamos la noche para ver el debate.
Estoy seguro no habrá sorpresas pues un debate de altura es entre pares o iguales.
Acontecimiento que no sucede y lo digo con el respeto a quienes piensan que la candidata Xóchitl Gálvez tiene alguna posibilidad de remontar los más de 20 puntos que la candidata de morena Claudia Sheinbaum la supera.
Estoy convencido que la primera condición de hablar es saber lo que se quiere decir, sin embargo la candidata que logró juntar el agua y el aceite ante una científica que se ha distinguido por sus resultados, su honestidad y rompedora de los lazos con el viejo régimen nada tiene que hacer.
Xóchitl Gálvez fue cercana a Fox cuando la “transición” en México fue cosmética y llena de ocurrencias y compromisos en el año 2000.
Elba Esther Gordillo, la ex dirigente poderosa del SNTE administró el ISSSTE, la Lotería Nacional y una Subsecretaría en la SEP a través de su yerno.
Pero eso se les olvida a los amnésicos y oportunistas que desean regresar y repartirse Secretarias e Instituciones como un botín.
Cada debate tiene construida una imagen. No hay duda que el debate de ayer más allá de los ataques y señalamientos sin sustento y de elocuencia hueca a la candidata de MORENA la posiciona como la favorita.
La imagen de la candidata Gálvez nada tiene que ver con Claudia Sheinbaum pues como diría Nixon: “en la presidencia moderna, la preocupación de la imagen está a la altura de la preocupación de la sustancia”.
No tengo una bola mágica en estas horas de domingo pero estoy cierto que la gran ganadora será la candidata de MORENA donde asegura el cambio y mejoramiento del bienestar social a diferencia de una candidata que ha mezclado los intereses de fuerzas irreconciliables por regresar al viejo modelito y a creerse los dueños del país y de sus instituciones junto con un puñado de empresarios impresentables.
Espantosos como la “X” del programa de Chabelo.
@cuauhtecarmona
