Es más que evidente que en el presente sexenio únicamente llegaron las privilegiadas, y esto tiene su origen en el hecho de 3 casos que quiero mencionar que han sido relevantes en las últimas semanas y que nos muestran que cuando se trata de mujeres que realizan una crítica o mención que no convenga al régimen, este no les protege, no les cuida y, por el contrario, les censura y les ataca ferozmente.
El primer caso es el de Karla Estrella Murrieta quien cumple una sentencia de ofrecer disculpas por treinta días consecutivos, con motivo de un supuesto caso de violencia política de género en contra de la diputada federal del PT denominada Dato Protegido, ya que no hay que dañar su imagen.
El segundo caso es el de la maestra jubilada Irma Hernández Cruz, quien fue secuestrada y obligada a grabar un mensaje rodeada de hombres armados, y quien no murió asesinada por sus captores, pero sí por infarto provocado por el miedo de pedir de rodillas, a sus compañeros taxistas, que paguen el derecho de piso para poder tener derecho a trabajar y llevar comida a su hogar.
El último caso es el de la diputada federal Diana Gutiérrez a quien le cerraron el micrófono en la última sesión de la comisión permanente del Congreso de la Unión por el delito de pedir que se investigue uno de los casos de corrupción más grande de los últimos años.
En los tres casos se ha tratado violentamente a las tres mujeres mencionadas, con indolencia perversa; en el caso de la maestra Irma por parte de la presidente y de la gobernadora de Veracruz quienes han minimizado el caso a extremos fuera de toda proporción humana.
En los otros dos casos se ha abusado del poder político, se ha hecho un uso faccioso de las instituciones y se ha demostrado que no llegamos todas las mujeres, que ese “llegamos todas” se ha convertido demasiado rápido en una promesa vacía al igual que aquel “primero los pobres”.
Estos casos rebelan, de forma completa, el rostro de la 4T y de todos sus integrantes, importa defender a mujeres cercanas al régimen, las demás mujeres de este país no importamos, importa el silencio cómplice que no dañe la imagen de la 4T, no importa que las mujeres sigan siendo asesinadas o violentadas.
Con estos hechos queda claro que ese movimiento autodenominado 4t únicamente ha usado el tema de la violencia contra las mujeres como una bandera para allegarse de votos, ya en el poder sus integrantes han solapado casos graves de violencia contra las mujeres y en los casos que menciono en esta ocasión han ejercido violencia contra las mujeres.
Ya no hablemos de los casos anónimos que ocurren todos los días, en los un gran parte del territorio nacional se encuentra en una obscuridad que pesa con un lastre en materia de atención a mujeres.
No basta con realizar foros, con discursos, con decir todos los días que tenemos a la primer presidente de la república si en los hechos las violencia contra las mujeres las humilla, las limita y las mata.
Importa muy poco tener una mujer como titular del ejecutivo en nuestro país mientras las instituciones sigan los designios del régimen y estén al servicio de quienes únicamente buscan un beneficio propio y para los suyos mientras la violencia contra las mujeres sigue siendo uno de los principales problemas de México.
