Sin duda, las circunstancias actuales y el contexto nacional, ponen énfasis en el hecho de que la participación de las mujeres en la vida pública, ha rendido frutos.
Hace una semana, asumió la presidencia de la República, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, protestando guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes emanadas de la misma, frente al Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.
Su mensaje, no fue el esperado. Más allá del listado que compartió sobre mujeres que, en el curso de nuestra historia como mexicanas, han abierto el camino para que pudiéramos estar en diferentes espacios participando en la toma de decisiones, las palabras de la primer Presidenta de la República Mexicana, pudo haber sido de altura política, con un dejo de concordia y conciliación, que llamara a la unidad y a la igualdad que tanto pregonan, para legitimar su consigna de que si llega una, llegamos todas.
Por el contrario, el discurso de la Presidenta fue una réplica de los señalamientos de su antecesor sobre las culpas, cargado de calificativos e invisibilizando, no a la oposición, con la que también tendrá que gobernar, sino a los cientos, miles y millones de mujeres que, desde nuestra convicción, encontramos en la política y en la participación ciudadana, una forma de mejorar las condiciones de vida de las familias de este país, nuestro México.
En Guanajuato, en contraste, el pasado 26 de septiembre tomó protesta ante el Congreso local, la primer Gobernadora del Estado, Libia Dennise García. Las palabras que dirigió tanto a las y los ciudadanos como los legisladores de las diferentes fuerzas políticas que ahí se representan, fue de trabajo conjunto, de diálogo, de apertura y de construcción de un proyecto de estado en paz, en desarrollo y en igualdad, donde tender puentes es la mejor muestra de voluntad política, todo lo contrario a lo anteriormente dicho.
Por otro lado, en próximos días, Alejandra Gutiérrez Campos, rendirá protesta en su segundo periodo como Presidenta Municipal de León en Guanajuato. La tónica en su gobierno ha sido de inclusión y diálogo, de construcción de consensos y acuerdos que fortalezcan a nuestro municipio, así que, estoy segura, en su segundo periodo como presidenta de la ciudad más grande de Guanajuato, continuará la actitud abierta, creativa e integradora que le ha caracterizado.
Sin duda, es tiempo de las mujeres, y precisamente por todo el trabajo, lucha y vidas que ha costado llegar a donde estamos, es que esperamos que las mujeres que tienen en sus manos la dirección del destino de millones de personas, siempre tengan en cuenta que gobiernan para todos, para todas; que gobiernan con todas.