Imperdible, la lectura a Oscar Misael Hernández Hernández al referirse a La Bartolina en el documento Frontera de Ausentes. “Ir al lugar a preguntar por personas desaparecidas, o buscar a seres queridos aunque estuvieran muertos, era como caminar sobre fuego”.
Quizá por esa razón, refiere, cuando Alejandro Encinas, el entonces subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, así como otras autoridades, acudieron, llevaban chalecos antibalas e iban escoltados por agentes de la FGR y de la Guardia Nacional.
La Bartolina, dice el investigador del Colegio de la Frontera Norte en Matamoros, en el nombre lleva la penitencia, pues significa calabozo, que etimológicamente deriva del latín calare (hender, herir) y fodere (hacer una fosa), un verdadero sitio de exterminio.
“Sin embargo, pocos saben que La Bartolina es un ejido de Matamoros que, hasta el año 2020, apenas sobrepasaba los 230 habitantes. Se trata de una comunidad conformada por familias campesinas y avecindadas, quienes se dedican tanto a la agricultura como a la pesca debido a que colinda con una laguna llamada Mar Negro, pegada al Golfo de México”, detalla.
Comenta que también se trata de una comunidad fundada en 1937, en plena administración del general Lázaro Cárdenas, pero que apenas hasta los años 70 tuvo electricidad y hasta los 90 contó con agua potable. “Una comunidad marginada, pero que cuando se dio a conocer el hallazgo de los restos humanos, la mediatización para los habitantes funcionó como un tipo de propaganda negra”.
Hernandez Hernández subraya que su hallazgo fue importante y de cierta forma dio esperanza a los familiares de personas desaparecidas, pero desde que las autoridades estuvieron en el lugar, ningún avance se ha informado.
Frontera de Ausentes estuvo a cargo de investigadores del Colegio de la Frontera Norte en conjunto con el proyecto “A dónde van los desaparecidos”, una colaboración entre academia y periodismo. Oscar Misael Hernández y Aranzazú Ayala Martínez fueron los coordinadores.
También participaron Antonio Barragán Bórquez, Rosa Medina Parra, Andrés Sumano Rodríguez, Carlos Ibarra Montero, Anel Hortencia Gómez y Julia Monárrez Fragoso.