Sálvese quien pueda, parece ser la premisa de este nuevo repunte de la pandemia, donde Tampico está en máximo riesgo de contagios covid; pero las restricciones sanitarias brillan por su ausencia.
A diferencia de la primera y segunda olas del coronavirus, no se obligan medidas que ayuden a reducir la propagación del mismo. Los gobiernos federal y estatal no quieren afectar la economía con nuevas disposiciones que lastimen a las empresas y queda en cada ciudadano el cuidarse por sí mismo. El problema es que la irresponsabilidad de terceros termina muchas veces matando a quienes sí hacen todo lo necesario por proteger sus vidas.
El tema no debe tomarse a la ligera, están muriendo adultos mayores que se supone ya fueron vacunados, pero principalmente están perdiendo la batalla personas de entre 40 y 50 años de edad.
La fuerza laboral enfrenta el mayor riesgo, mientras el home office, para la mayoría, quedó en el pasado.
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La masacre de Reynosa puso de manifiesto que delincuentes pueden tomarse su tiempo para matar a 15 inocentes, sin que las autoridades puedan evitarlo.
Deja ver fallas, omisiones y deficiencias porque los criminales, lo mismo burlaron el sistema de videovigilancia del C4, que la cercanía de la base militar instalada a escasos tres minutos de donde ejecutaron a una familia.
Menos sangre se habría derramado con una coordinación efectiva entre las fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno. O se vieron rebasados o fueron negligentes, no se entiende por qué no actuaron desde el primer momento.
Dueles, Reynosa, tan llena de contrastes. La ciudad más productiva del estado, pero también la más maltratada por la inacción de los políticos que solo ven en ella un botín electoral. Y para acabarla de amolar, el Bronco alertando que no vengan los neoleoneses a Tamaulipas.
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Y el PAN se jugó su resto. No es que el partido no haya entendido que el 6 de junio la ciudadanía castigó su desempeño en el tema del desafuero, sino que el destino inmediato de su jefe político está más allá que el deseo de congraciarse con el electorado para retener la gubernatura en 2022.
Eso sí, no cualquiera tiene de sus diputados una lealtad ciega; ahí tiene el caso de Morena donde ocurre lo contrario y legisladores locales hasta retan a López Obrador a venir a Reynosa. _