Andrés Manuel López Obrador vendrá a Tamaulipas, en la que parece ser la última visita del Presidente a estas tierras. Lo hará el próximo lunes, dentro de su última semana de gobierno, así que el encuentro con esta entidad altiva y heroica, como dice su himno, será muy significativa y nostálgica.
De no decidir otra cosa, esta sería la despedida; pero no se puede asegurar porque no pocas veces se ha salido del guión, movido por su sentir, hay que ver si el cariño que afirma tener al estado le alcanza para que no se olvide del sur.
Estará por la tarde en Matamoros para rendir un homenaje a Catarino Erasmo Garza, un revolucionario originario del estado, y podría venir acompañado nada menos que de su sucesora, Claudia Sheinbaum.
El tabasqueño planeaba venir a entregar la Agencia Nacional de Aduanas en Nuevo Laredo justo en su último mes.
Y en el sur se esperaba para inaugurar el nuevo hospital del Issste en Tampico y una planta de licuefacción de gas en Altamira “pasando las elecciones”, según dijo él mismo en una mañanera.
Vino en mayo a supervisar la obra del nuevo hospital de Madero e hizo un corte de caja sobre el IMSS-Bienestar, pero prometió regresar.
Su relación con el poder político en Tamaulipas estuvo marcada por desencuentros con Francisco García Cabeza de Vaca y una gran cercanía y amistad con el actual gobernador Américo Villarreal Anaya.
Por lo que respecta al panista, hubo un momento en que hasta los ciudadanos estaban tensos al ver la mañanera que encabezó en Reynosa el Presidente, pues la hostilidad del entonces gobernador flotaba en el ambiente y dio un discurso que se interpretó como amenazante y desafiante.
La falta de entendimiento entre Federación y Estado polarizó a la población. Fue imposible sustraerse a tomar partido y la sociedad se dividió, para finalmente ser mayoría la que cerró filas con la 4T y le abrió las puertas del estado.
Con Américo, López Obrador siempre se deshace en elogios y su relación es de amistad y respeto mutuo. De lo que ello aporte al estado, los tamaulipecos tuvieron oportunidad de calificarlo en las urnas y terminaron de pintar de guinda la geografía estatal.
