Justo ahora, que atravesamos por una crisis sin precedentes en este siglo, es que hemos conocido y aceptado innovadoras formas para satisfacer nuestras necesidades.
Algunas, simplemente aceleraron la adopción, pero otras han transformado y revolucionado la vida.
Así pues, muchos negocios y establecimientos incorporaron nuevas tecnologías y procesos para sobrevivir a la crisis económica provocada por el confinamiento masivo.
Posiblemente ya usábamos sistemas de reparto a domicilio, sin embargo, en la actualidad son parte inherente del servicio básico.
Dejó de ser un diferenciador para formar integrarse producto o servicio.
Algo similar ocurre con la seguridad y tranquilidad, que provocan en el usuario la higiene y el distanciamiento, entre otras variables, en los espacios.
Otra modificación ocurre en el “click and collect”, que utilizan diversos negocios, no solamente supermercados o restaurantes.
Sin embargo, lo han tenido que hacer mucho más eficiente para evitar las filas, aglomeraciones, así como pérdida de tiempo, que sigue siendo decisivo para elegir entre una u otra alternativa.
Ahora, el reto es optimizar los inventarios para minimizar problemas de abasto, así como cuidar el horario y la calidad en la atención.
Los bancos han tenido un gran avance y lo que antes era una batalla por las carteras en función de servicios financieros, actualmente se ha trasladado al servicio al cliente para que las idas a sucursales sean mínimas, desarrollando “apps” pero también, un sistema de citas, con la consecuente agilidad en el proceso de atención.
El año pasado vimos cómo se volvió tortuoso ir a cualquier banco, las largas filas bajo el sol, se han ido reemplazando por tiempos más reducidos.
Y, aunque no todos los bancos lo han logrado, en definitiva, este diferenciador está siendo un factor de deleite para el usuario.
Tiendas físicas, restaurantes, negocios de entretenimiento, bancos y muchas empresas de servicio se han transformado. Aún no sabemos cómo serán cuando el confinamiento termine.
Lo cierto es que, hoy más que nunca, la lucha por la supervivencia la ganarán quienes aprovechen esta sacudida y ofrezcan al usuario, la posibilidad de hacer rendir tiempo, dinero, esfuerzo con seguridad para el cliente.