Valdrá la pena tomarse un tiempo para revisar los resultados de la encuesta Perspectivas de Alta Dirección que levantó KPMG en enero. En especial, los resultados sobre el desempeño económico del gobierno del presidente Peña Nieto.
Son solo 676 entrevistas, pero los entrevistados son presidentes de consejos de administración, directores generales, gerentes y vicepresidentes de empresas de diversos ramos. KPMG es ubicada como una de las cuatro firmas de asesoramiento financiero más importantes del mundo.
Solo 9 por ciento de los altos directivos piensan que el gobierno tuvo un buen desempeño en materia económica en 2013; 37 por ciento considera que fue regular y 54 por ciento que fue malo o pésimo.
Seis de cada diez piensan, además, que la economía mexicana puede caer en recesión. La decepción ante la reforma financiera llega a 91 por ciento y a 97 ante la reforma fiscal.
Los mandos empresariales del país reprueban tajantemente el primer cuarto económico de la administración peñista. Dudo que una encuesta de estas características en Venezuela arroje hoy peores cifras para el gobierno de Nicolás Maduro.
La especialista Maricarmen Cortés atribuye los números a la combinación de la reforma fiscal con el ínfimo crecimiento de 1.1 por ciento en 2013, que ha generado enorme malestar en los empresarios.
Malestar insospechado, porque solo 7 por ciento de ellos calificaron de malo o pésimo el último año de gestión económica del gobierno de Felipe Calderón.
Malestar venezolano, a juzgar por el trabajo de KPMG, cuyos números completos se conocerán en la semana.
