El gobierno de México se ha esmerado hasta el cansancio en tratar de vender la versión de que la tregua de 30 días a los aranceles estadounidenses a los productos mexicanos es un gran triunfo de Claudia Sheinbaum.
De pacifista, de estadista, de visionaria, bueno, nada más no la santifican porque no es religiosa, pero el paso de los días nos ha dejado ver algunos elementos no anunciados pero muy posiblemente cedidos por México en apenas la primera quincena de trabajo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
Lo anunciado en la mañanera fue el vergonzoso envió de 10 mil elementos de las fuerzas armadas de México a la frontera norte para hacer las veces de “Border Patrol”, para impedir el paso de migrantes a la Unión Americana, así como el supuesto acuerdo de que Estados Unidos también revisaría la venta de armas a criminales mexicanos lo que resulta absurdo, pues de su lado la venta de armas es legal, es una práctica protegida por su Constitución.
Esto es como si Estados Unidos pidiera a México no venderle aguacate a cadenas comerciales del norte de la frontera, porque en su territorio muchos se cortan la mano al querer quitarle el huesito.
Al paso de los días va quedando claro que no hubo tal victoria, y tal vez ni siquiera una negociación.
Los hechos: En los últimos días la 4T metió reversa a las ideas de López Obrador de prohibir el maíz transgénico ante lo que ya se habían inconformado los gobiernos estadounidense y canadiense.
También sabemos ahora que navíos militares de Estados Unidos se han posicionado frente a costas mexicanas tal como lo hacen frente a países con los que tienen conflictos militares y diplomáticos. No son fragatas ni patrullas, sino un portaaviones provisto de todo lo que suelen traer a lo que se suman las incursiones aéreas de aviones espía en el pacífico norte de nuestro país y el no se hayan ni disculpado ni retirado la acusación de que hay una alianza entre el gobierno mexicanos y los cárteles de la droga.
Al obradorato le aplica hoy la milenaria frase atribuida a Pirro, el militar griego: “Otra victoria como esta y estaremos perdidos”, bueno, oficialmente perdidos, porque la realidad no deja lugar a dudas.
