El viaje de Gerardo Fernández Noroña a Italia es de lo más contradictorio que ha hecho el ex deudor de la banca.
Su posicionamiento no tiene ninguna trascendencia internacional, pero mete en apuros a varios en México.
Primero. Faltó al decálogo presidencial en el que Claudia Sheinbaum pidió a los legisladores de Morena no hacer turismo político en congresos y reuniones internacionales.
Segundo. Faltó a los lineamientos de austeridad al viajar a Europa aún cuando argumente que el viaje lo pagó de su bolsa.
Tercero. Si fue invitado como legislador y si acudió como presidente del Senado (si no solicitó licencia o se excusó de su encargo), se entiende que su discurso en Italia fue en representación del Senado –cámara a la que le corresponden los temas de política exterior de México–.
Cuarto. Si él es ateo como él lo declaró y no iba representando al Senado ¿A qué va a la Segunda Conferencia parlamentaria sobre el Diálogo Interreligioso? Ojo, diálogo entre religiones. No es que Noroña no deba opinar o que no sepa del tema, pero si no iba representando al Senado tampoco iba como fiel de algún credo, ¿entonces (a menos que fuera como profeta de su mesías tropical)?
Quinto. ¿Qué tiene que ver un foro de parlamentarios con el tema interreligioso con el conflicto armado en Medio Oriente? ¿Era el foro acorde?
Sexto. Fue a ese foro con su kufiya supuestamente a abogar por 18 mil víctimas palestinas cuando en México no ha alzado la voz por las 30 mil víctimas mortales tan solo en 2024 o las casi 200 mil muertes violentas del sexenio de López.
Séptimo. Debe ser políticamente incorrecto o al menos muy incómodo proclamarse pro Palestina, en contra de Israel y su “estado confesional –como él lo llamó–” cuando la líder de su movimiento, la presidenta de México es de ascendencia judía. ¿Avala Palacio Nacional la postura de Noroña?
La presidenta ha respondido en algunas entrevistas que no es católica y que no es religiosa, lo cual es muy respetable y está en todo su derecho, pero es conocido que proviene de una familia judía.
Si el presidente del Senado está en contra de Israel y su gobierno “confesional” ¿esta es la postura real del gobierno de México?