Saltan de las pantallas todo tipo de zombis desmembrados. Personajes que alimentan esa extraña necesidad humana ante lo paranormal y lo sobrenatural y, en especial, ante el apocalipsis.
A través de los diversos formatos televisivos como audiencia hemos presenciado la llegada de plagas aterradoras que anuncian el fin de la humanidad. Las pantallas se inundan de escenas donde prevalece la conversión rápida de la población en seres obsesivos, muertos vivientes que deambulan sin rumbo y están —en semejanza con el videojuego— prestos a comer su platillo favorito: cerebros humanos.
Mientras la temporada de Halloween anuncia la presencia de vampiros, posesos, brujas, psicópatas y adolescentes desenfrenados, para los muertos vivientes no existe temporalidad. Su presencia en las pantallas acusa constancia y cuentan con una fuerte aceptación de la audiencia.
El mito de los zombis es parte ya de la normalidad de contenidos de entretenimiento. Basta ver la serie The Walking Dead (TWD) y sus dos spin-off o universos expandidos: Fear the Walking Dead y The Walking Dead: World beyond.
Convertidos en metáforas post apocalípticas, el zombi, poco a poco, se insertó en la cultura popular: ¿Quién no recuerda al Santo, el enmascarado de plata luchar contra los zombis (Benito Alazraki, 1962) en esa película tan emblemática del héroe mexicano?
En la década ochenta fue fundamental para la cultura pop la emblemática coreografía de la canción Thriller, del cantante de pop Michael Jackson, video que en la plataforma YouTube cuenta con más de 797 millones 912 mil 894 vistas.
Para los grandes amantes del género, no hay mejor ejemplo que la película de culto La Noche de los muertos vivientes (1968), de George A. Romero.
Y ahora, estos personajes dominan la pantalla. Los encontramos en películas, series televisivas, novelas, videojuegos y –de acuerdo a páginas especializadas- existe incluso la celebración del día del orgullo zombi que se realiza cada 4 de febrero en homenaje al nacimiento de George A. Romero, director de películas de culto sobre los muertos vivientes: El amanecer de los muertos, 1978), El día de los muertos vivientes, (1985), Tierra de los muertos, (2005), El diario de los muertos, (2007)
Negan (TWD, 2016) qué vas hacer cuando llegue el fin: “¡Don Juan! ¡Don Juan! Yo lo imploro/ de tu hidalga compasión:/ o arráncame el corazón, / o ámame, porque te adoro”. (José Zorrilla, Don Juan Tenorio, 1844)
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La ideación del vacío
absoluto: el zombismo y las cartas de amor que nunca escribí...
Celeste Ramírez