Nos van a querer vender, Dante Delgado y sus amigos, que es una jugada genial, que siempre lo pensaron así y que es lo mejor para el país y para el partido (el suyo, por supuesto).
La decisión del gobernador de Nuevo León, Samuel García, de competir por la candidatura a la Presidencia de la República por Movimiento Ciudadano confirma que lejos está el partido de ser tan diferente a otros como tanto nos repiten.
A Dante se le complicaron los tiempos por lo adelantado de Morena y los partidos que integran el Frente Amplio de la oposición en sus procesos de selección de candidato —ilegales, ciertamente, pero ahí están— y desde aquellos días ha tenido que actuar atropellado, condicionado por las decisiones de otros.
Tanto así que hoy ha tenido que tomar una decisión que puede resultar costosa, muy costosa, para un partido que dice ver al futuro más allá de 2024.
Comienzo con lo que parece más bien una provocación: el anuncio de que Marcelo Ebrard “podría” ser un candidato externo a MC compitiendo con García. ¿Cómo? El lunes Dante volvió a repetir que MC no es un aliado de Morena. Que ellos no han votado en el Legislativo las más nefastas propuestas del Presidente y su partido, como sí lo hicieron los otros que se dicen oposición.
¿Ahora invita a un convencido morenista? Una pieza clave en el gabinete del Presidente, un personaje que compitió para ser el gran jefe de Morena y la 4T y alcanzó el segundo lugar. Un hombre que ha profesado su admiración incondicional por el Presidente y sus políticas que, dice Dante, son terribles. Por eso digo que lo de Dante es solo una provocación o tal vez una broma o…no sé por qué me acuerdo de Roberto Palazuelos y Quintana Roo y…
Samuel García fue un buen candidato y, parece, no ha sido mal gobernador. Número 14 en el ranking de Mitofsky, media tabla, con lo que el encuestador llama aprobación alta.
Buen rango de conocimiento, esposa influencer, pero con cualquier cantidad de líos con la oposición en su estado. Líos que le pueden complicar su salida del gobierno y peor: si Samuel y Dante se empeñan, pueden borrar aquello de “gobernamos dos de los estados más importantes del país: Jalisco y Nuevo Léon”. Ya veremos qué piensan los neoloneses de un gobernador que se va a otras cosas un par de años después de ser elegido y un partido que se lo celebra.
Lo dicho, a Dante, por el acelere ilegal pero convertido en normalidad de los otros, se le hizo bolas el engrudo. Y ahora nos tratarán de convencer que son unos genios.