Todo puede pasar en las mañaneras. Ya nos tocó una canción de Óscar Chávez, lecturas varias de textos históricos, abundan los ataques a periodistas y medios, se leen tuits y posts de Facebook seleccionados nomás porque ayudan a avanzar la propaganda de Palacio, se dan órdenes a secretarios de Estado y miembros del gabinete, se estigmatiza a una empresa, un país, alguna organización. Hay de todo y para todos.
Pero hay días, pocos por desgracia, en que se dicen cosas que importan. Ayer, por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujer, asistió Karla Quintana Osuna, Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas de la Secretaría de Gobernación.
En pocos minutos hizo un retrato sereno pero trágico de la situación de las mujeres desaparecidas en México, los miles que aún no aparecen, a las que se han localizado con vida y a las que han encontrado sin vida, las medidas que se están tomando para evitar esta tragedia y mucho más.
Habló de violencia y violación sexual y aclaró la diferencia; de la violencia familiar, de la trata, de la revictimización de muchas víctimas cuando son localizadas.
Dijo con todas sus letras que “toda muerte violenta de mujer tiene que ser investigada como una hipótesis de feminicidio, también toda desaparición de niña, adolescente y mujer tiene que ser investigada y abierta una hipótesis de búsqueda que, en su desaparición, sea por razón de diferentes tipos de violencias: violencia sexual, violencia familiar, violación sexual; aquí hay que diferenciar la violencia y la violación sexual, trata de personas y por supuesto el feminicidio”.
“Sabemos, porque la realidad así nos la muestra, que muchas víctimas de desaparición son primero víctimas de desaparición y después lamentablemente sabemos que fueron víctimas de feminicidio”.
Habló de cómo la búsqueda debe ser desde una perspectiva de género… En fin, una bocanada de aire fresco en términos de comunicación en la mañanera, retratando una de nuestras tragedias.
Después de eso, el Presidente dijo que todo eso era culpa del neoliberalismo que había provocado la desintegración familiar y la pérdida de valores, que los medios no habían “seguido” la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, que una comunicadora lo había censurado ayer…
Es decir, después se volvió una mañanera normal.
@puigcarlos