Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad Pública del gobierno federal, se ha convertido en un experto en reconstrucciones de nuestras tragedias de violencia.
Si hace unos años el espectáculo consistía en presentar a algún arrestado rodeado de hombres armados como si fueran a la guerra, hoy en las mañaneras Mejía Berdeja presenta fotos, esquemas, círculos y fechas que marcan dónde debemos poner atención para informarnos de cómo sucedió uno u otro crimen o masacre.
Da nombres (sin apellido, claro) de responsables, líderes de cárteles, halcones, perpetradores, vehículos en los que se transportaron y en los que huyeron. A veces hasta da las razones del enfrentamiento o el asesinato.
Ayer en la mañanera el presidente López Obrador dijo que sabía que grupos “conservadores” habían comprado equipo para espiar celulares: “Hace poco nos informaron que todo este grupo que está en contra nuestra habían comprado aparatos, y esto aprovecho para informarlo porque puede ser que no sea cierto pero son capaces de todo, para sacar información de celulares, no sé porque no tengo yo experiencia en estas cosas, en esas tecnologías, pero es sacar las memorias de los teléfonos, hackear”.
“Que se reunieron, porque están decididos a seguir en la senda del golpismo mediático... es sacar información para hacer escándalos en los medios”. Parece que el Presidente ya solucionó lo del espionaje a Gertz.
Como todo lo saben, desde el lunes había dicho que tenía información de que los adversarios —no sabemos si los mismos que espían u otros— provocarían violencia en la marcha de las mujeres de ayer.
El secretario de Gobierno de Ciudad de México, Martí Batres, fue todavía más específico. Le puso número a los supuestos grupos violentos: 15, y hasta enlistó los objetos que serían utilizados: cizallas, alicatas, sopletes, martillos, picos, hachas, mazos, cadenas, tubos, bazucas de fabricación casera, bombas molotov, teasers, tijeras para cortar lámina, cohetones, petardos, gasolina, tíner, navajas, palos y gas pimienta.
¿Para qué sirve saber?
Uno supondría que tanta información sirve para evitar asesinatos y masacres, para que no se espíe a funcionarios gubernamentales, para evitar violencia en alguna marcha.
Pero uno qué sabe. Nada en comparación con este gobierno que lo sabe todo.
Carlos Puig
@puigcarlos