Ignoro cuántas veces (lo conocí cuando él tenía 12 o 13, en la oficina de José, su padre, en la calle Medellín) Emilio Álvarez Icaza y yo hemos platicado, y el respeto parecía mutuo.
En 2015 comimos (Bellinghausen) antes de tener dos charlas para Notivox Televisión.
Hace una semana dejó el secretariado ejecutivo de la CIDH… y enseguida cometió la marranada de afirmar (en la revista que sobrevive de lo que reditúa calumniar) que, en círculos cercanos al gobierno, hay editorialistas que parecen sus voceros: MILENIO, que jugó un rol para desacreditar al GIEI.
¿Sabrá que el 6 de abril reciente aquí exhibí al siniestro José Antonio Ortega Sánchez, promotor de la campaña contra ese grupo y la señora Buitrago? ¿O que Carlos Beristain (el más prominente) dijo lo que quiso conmigo 25, 26 y 28 de ese mes?
¿Y qué tal tres o cuatro entrevistas de Carlos Puig con Álvarez Icaza En 15? ¿O el chingo de ocasiones en que nuestras plataformas han replicado lo que dice?
Con lo que de honradez intelectual quizá conserve Emilio, lo invito a argumentar su dicho ante la audiencia y los lectores de El asalto a la razón.
