Cultura

Nostalgia escuelerita

Pensé en echarle la culpa a la ochentena (como vamos la cuarentena original por el Covid habrá de duplicarse hasta que se nos permita salir a la calle), pero creo que más allá del ocio y el confinamiento es algo que pasa más a menudo de lo que se piensa. Estaba en momento de “idez”, de esos que hay cuando se mira hacia el horizonte en busca de inspiración. Y estando ido me vino a la mente algún pasaje ligado a la escuela secundaria. No sé si lo he comentado antes, pero tengo una especie de memoria eidética. Ignoro si sea un una virtud o un vicio, pero los recuerdos, sobre todo los que encierran algún sentido especial, se me quedan grabados en la mente como si los hechos acabaran de ocurrir.

En mi trance de “ido” pensé en nombres que poblaban las listas de asistencia y comencé a hilar apellidos, rostros, lugares, fechas, en fin, cosas que me hicieron buscar en internet los restos del naufragio de ese que fui (y de los que fueron conmigo).Acudí a Facebook, donde lo que no se encuentra es porque no existe. Y di con perfiles dedicados a innumerables generaciones de nostálgicos que clamaban por sus compañeritos perdidos en el tiempo, de los vetustos a los menos betabeles. Pero en todos se percibía una necesidad de reencontrarse, de mirar con otros algo en común. Suelo creer que recordar es pasar nuevamente por el corazón. Supongo que de eso se trata esta artimaña de la memoria.

Como una cosa lleva a otra, me vi embebido en un video de YouTube que daba cuenta de una ceremonia por los demasiados años de egreso de la generación a la que pertenecí. Y en las imágenes desfilaron muchos de los sospechosos comunes y también fue notoria la ausencia de quienes no se enteraron del asunto, de los que no pudieron asistir y de los que ya no están en este mundo. Recuerdo que hace varios meses fui agregado a un grupo de Whatsapp escuelerito y como no resistí el aluvión de mensajes fuera de contexto (ya se sabe que para esas cosas hay a quienes los códigos de uso les importan un bledo), decidí mandar al averno el mentado chat. Quizá por eso no supe del reventón ceremonial, de ese y de las muchas oportunidades para coincidir.

Supongo que es común el recurso de la melancolía sobre estas cosas. Y que no es necesario guardarse en casa y sucumbir al ocio o la “idez” para acusar la necesidad de volver sobre los propios pasos. Ya me había pasado unos años atrás, cuando regresé al jardín de niños donde crecí. Y aunque los salones y pasillos seguían siendo los mismos, me impactó menos de lo que imaginé. Supongo que se debe a una suerte de recuerdo significativo. Llevo desde aquella ocasión pretendiendo regresar a la primaria, quizá ahí encuentre algo con más sentido. O quizá no y estoy buscando algo que solamente pervive en el ayer. Y en el chismógrafo de las redes sociales.

@fulanoaustral


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Carlos Gutiérrez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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