Hace unos meses no se veía por donde la oposición a palacio nacional pudiera generar una figura que tan siquiera pudiera dar algo de guerra a las corcholatas de nuestro tlatoani.
Morena lucía como una fuerza imbatible de cara a las elecciones de 2024, esto permitía que pudiera escenificarse ese desfile de aspirantes en el que todo mundo sabía que la preferida de López Obrador es Claudia Sheinbaum y que al final ella sería la ungida en un proceso “democrático”.
Y de repente las cosas cambiaron, no es que Morena se haya desinflado ni mucho menos que esté en peligro latente, pero las cosas y las situaciones están cambiando.
De buenas a primeras apareció en el escenario político la figura de Xóchitl Gálvez. La senadora hidalguense irrumpió en la grilla presidencial casi sin proponérselo.
En primera instancia su intención de buscar la jefatura de la Ciudad de México no causó mucha alegría a los principales dirigentes de Acción Nacional, por lo que le invitaron a sumarse a la aspiración presidencial con la finalidad de hacer algo de ruido y presencia y de esta forma ganar más posiciones en el Congreso.
Para sorpresa de muchos e incluso de la misma Xóchitl, su imagen creció como la espuma gracias al mismísimo López Obrador que ha sido su principal publicista.
Fiel a las costumbres en palacio nacional, en cuanto la senadora hidalguense asomó la cabeza entre los aspirantes, se echó a andar la maquinaria para demostrar que era igual a todos los aspirantes conservadores, pero el tiro salió por la culata, la senadora Gálvez ha salido muy respondona y participativa, se atreve incluso a retar cada uno de los ataques en su contra y este tipo de quehacer político es el que más dividendos deja en nuestro México.
En pocas semanas, todas las menciones que salen de palacio nacional en contra de Xóchitl han logrado que millones de mexicanos que ni siquiera la conocían, ahora sepan de su origen humilde, su exitosa carrera empresarial y sus logros políticos. Según encuestas como la de “México Elige”, Gálvez obtiene el 50% de las preferencias entre todos los aspirantes del llamado Frente Amplio por México.
La senadora ha logrado en un mes construir una figura solida y capaz de hacer frente a la aplanadora morenista.
Nuestro mandamás tiene razones para preocuparse, el sabe qué si impone su ley y se aferra a dejar como candidata presidencial a Claudia Sheinbaum, la expone a una lucha desigual en preparación y sapiencia contra la senadora por Hidalgo.
Sabe que su preferida no es precisamente la corcholata mas preparada, si la más fiel de la borregada, pero no la más capaz y si en el camino se le ocurre cambiarla, podría estar arriesgando su proyecto de país, ya que el resto de sus corcholatas tienen más preparación, pero podrían alejarse de su proyecto político.
Falta mucho todavía, no todo está a favor de la senadora Gálvez, dentro del Frente amplio por México, también hay algunos obstáculos que se deben solventar y sobre todo acuerdos que se deben realizar.
Lo que es cierto es que parece que al fin la oposición encontró una figura que puede encabezar su proyecto y que día a día va sumando simpatías que preocupan ya al inquilino de palacio nacional.
La contienda se empieza a calentar y esto apenas empieza.
