En estos primeros meses del gobierno de AMLO, hemos visto como esta dichosa cuarta transformación se ha apresurado por querer concretar o cuando menos anunciar con bombo y platillo proyectos de gran escala, con la finalidad de demostrar que son un gobierno de verdadero cambio y que pueden hacer realidad lo que otros no podían, acompañando siempre a estos anuncios, el discurso cansino de “la mafia el poder” y la corrupción como ejes malignos que cubrieron a todos en el pasado, pero que los nuevos funcionarios han encontrado la pócima mágica para no caer en sus garras.
Así las cosas, tenemos una refinería en Dos Bocas, Tabasco; en donde al momento se ha arrasado con aproximadamente 230 hectáreas de vegetación, esta zona de manglares ha sido tan afectada por esta construcción, que se avizoran en el futuro numerosas inundaciones, daños irreversibles al ecosistema selvático y a todas las especies que ahí habitan, además en futuro cercano, esta refinería ocasionará enormes problemas por la contaminación que generará.
Luego tenemos el famoso tren maya, con el tren maya devastaremos gran parte de la vegetación de la zona, pero más importante aún, afectaremos pozos y ríos subterráneos que se pueden contaminar por el simple paso del ferrocarril.
Para rematar, en pleno siglo 21, siendo México un país privilegiado en cuanto a la posibilidad para la generación de energías alternas, se nos ocurre autorizar un plan para que la CFE utilice el carbón como combustible para producir energía eléctrica.
Tal parece que no existe un plan detrás de todo esto, no se conocen aun las afectaciones ecológicas que estas acciones tendrán en un futuro, por más que nuestro presidente le pida permiso a la madre tierra para devastarla, porque no se le puede llamar de otra manera a lo que sucede, también la madre tierra le puede cobrar factura.
Es más ya lo hizo, con la aparición repentina de un cerro que nadie había contemplado cuando se planeó y re planeó el aeropuerto para Santa Lucía, seguramente porque la naturaleza, es también parte de la mafia del poder.