El conflicto entre Israel y Hamás es uno de los conflictos más largos y complejos en la historia contemporánea.
Este enfrentamiento ha afectado profundamente la vida de millones de personas en la región de Oriente Medio y ha generado tensiones a nivel internacional.
Para comprender mejor esta problemática, es esencial analizar sus orígenes y su evolución hasta nuestros días.
El conflicto Israel-Hamás se origina en las tensiones históricas y territoriales en la región de Oriente Medio, y en particular en la creación del Estado de Israel en 1948.
Esta creación condujo a una guerra entre Israel y varios países árabes, conocida como la Guerra Árabe-Israelí de 1948, que resultó en la expansión del territorio israelí y en la creación de una población de refugiados palestinos.
Las tensiones persistieron a lo largo de las décadas debido a disputas territoriales y religiosas.
Hamás, un grupo islámico palestino, emergió en la década de 1980 como una respuesta a la ocupación israelí de los territorios palestinos.
Su objetivo inicial era la resistencia contra Israel, utilizando tanto medios políticos como militares. Hamás también tenía una agenda social y caritativa que ganó apoyo popular en la Franja de Gaza.
El conflicto entre Israel y Hamás experimentó un giro importante durante las dos Intifadas palestinas (levantamientos) en las décadas de 1980 y 2000.
Estas manifestaciones populares se caracterizaron por la violencia y el terrorismo, lo que exacerbó las tensiones entre las partes.
En 2005, Israel retiró unilateralmente a sus colonos y fuerzas militares de la Franja de Gaza.
Esto fue visto como un paso hacia la paz, pero la situación empeoró cuando Hamás tomó el control de Gaza en 2007, lo que llevó a un bloqueo israelí y egipcio sobre el territorio.
En las décadas recientes, el conflicto ha estallado en violentos enfrentamientos periódicos, con episodios notorios como la Operación Plomo Fundido en 2008-2009, la Operación Pilar Defensivo en 2012 y la Operación Margen Protector en 2014.
Estos conflictos han resultado en la pérdida de vidas humanas y la destrucción en Gaza, así como en tensiones internacionales.
Sin embargo, desde finales de la década pasada miles de palestinos en Gaza han protestado en la frontera con Israel, demandando el derecho al retorno y el levantamiento del bloqueo.
Estas protestas han resultado en enfrentamientos violentos y un alto número de víctimas.
El estallido en días pasados de un nuevo conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, ha demostrado una violencia inusual incluso para los niveles de este enfrentamiento histórico.
Han sido días de una violencia desmedida, luego de que los combatientes de Hamás lanzaran un brutal ataque por aire en la forma de miles de cohetes, y por tierra, ejecutado por grupos armados que asolaron el sur de Israel, asesinando a cientos de civiles y militares.
El conflicto entre Israel y Hamás es una problemática que se ha arrastrado durante décadas, con raíces históricas profundas y múltiples desafíos políticos, territoriales y religiosos.
La resolución de este conflicto es esencial para lograr la paz en Oriente Medio y requiere un compromiso a largo plazo, la cooperación de las partes involucradas y la mediación internacional.
Mientras tanto, la población civil sigue siendo la más afectada por la violencia y las tensiones en curso, subrayando la urgencia de encontrar una solución pacífica y sostenible.
