Cultura

Más grandes que un virus

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Ahora lo recuerdo: eran días donde un virus fue conmoción mundial porque se declaró pandemia y la llamaron “la cólera de Dios”. Sí, los hospitales estaban repletos de angustia por pacientes que empezaban a tener las marcas del mal, y los médicos, enfermeras y personas que los cuidaban eran valientes en enfrentar los pánicos por el contagio, igual que hoy.

Inmediatamente un sinnúmero de gobiernos del llamado primer mundo empezaron a trabajar en el descubrimiento de una vacuna para enfrentar el reto de un virus que en aquellos momentos llamaron síndrome de inmunodeficiencia adquirida, sida. Lo recuerdas ahora porque las imágenes en Nueva York, de enfermos por covid-19, no difieren de las de 1981, cuando el virus de inmunodeficiencia humana, VIH, era el terror de aquellos tiempos que se parecen a la actualidad. Hospitales rebasados por la tragedia humana, que esperemos no veamos en México.

¿Quién escribirá la epopeya por la búsqueda de la vacuna para ambos virus, el covid-19 y el VIH o sida? En 1990 el libro Más grandes que el amor lo escribió el francés Dominique Lapierre. “Una aventura rebosante de valor, compasión, generosidad, fe y esperanza”, lo anunciaban. Un libro portentoso donde la historia humana acude al espanto frente a lo desconocido: un virus diminuto que cambia nuestras vidas, en este caso en aspectos referentes a la sexualidad. Pero el de hoy, el covid-19 es algo más que el sida: un mundo sin excepción vive en confinamiento y destruye la posibilidad del progreso como lo entienden los economistas. El virus del sida nació con el prejuicio y la ignorancia sobre la diversidad sexual, esos misterios de la libido. El de hoy, crece como peste negra contra el capitalismo y su industria.

Ayer con el sida la solidaridad fue a cuentagotas: solo los que son “más grandes que el amor” eran capaces de acompañar a los pacientes que murieron como apestados en casi toda la década de los 80, hasta que aparecieron medicamentos eficaces al grado de que hoy son indetectables al virus. Pero no hay vacuna. Esa vacuna que enfrentó a países por ganar los derechos de la patente, igual que hoy.

La historia no deberíamos olvidarla: somos más grandes que un virus.

Quédate en casa.

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Braulio Peralta
  • Braulio Peralta
  • [email protected]
  • Periodista, ensayista y editor. Autor de Otros nombres del arcoíris, El poeta en su tierra, diálogos con Octavio Paz, De un mundo raro, un libro de crónicas de sus personales viajes como corresponsal en España, y El clóset de cristal. Publica todos los lunes su columna La letra desobediente.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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