Me gusta esta mujer. Honra al periodismo lejos del poder. Le falta nada para ser clásico del periodismo nacional por el libro que la catapultó a la fama y el prestigio mundial, sin pedirlo: Los demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil. Llovieron reconocimientos internacionales pero no la justicia en su país. Hasta hoy que detuvieron a Mario Marín, ex gobernador de Puebla, el mismo que mandó arrastrarla por las carreteras de cinco estados, desde Quintana Roo hasta la ciudad “de los ángeles”, acusada de difamación y calumnia...
No es novedad: Jean Succar Kuri estará preso hasta su muerte por la red de pederastia internacional que ejercía en Cancún, amparado en la corrupción de autoridades y su compadrazgo con otro pederasta confeso y libre, Kamel Nacif. Poder político —y la economía ilícita de la mano—, vivieron al amparo del PRI y el PAN. En el libro de la Cacho están los pormenores. Desde entonces ella vive amenazada de muerte, custodiada. Más de 40 involucrados contra la que sus enemigos no reconocían como reportera. Ningún estudiante o maestro de periodismo sería capaz de negarle el título. También eso es lección.
Vicente Fox llamó “ciudadano ejemplar” a Kamel Nacif. Felipe Calderón se retrató con Mario Marín en su primer gira presidencial, en 2007. Si eso no es respaldo, me doy. Hoy no dicen pío. El PRI y el PAN callan. Lydia Cacho es sobreviviente, no víctima perenne. Si llora procura no hacerlo en público. Si uno lee su libro Memorias de una infamia —el testimonio del secuestro “legal” al que fue sometida, las amenazas de violación, el proceso…—, es suficiente para llevar a la cárcel a Marín y Kamel Nacif.
Succar Kuri vive preso pero no ha desaparecido la pederastia ni la pornografía infantil. La red es mundial.
Hoy en México una niña o niño son violentados sexualmente. El sistema hizo apresar al obvio de la película. Los nombres y apellidos que denuncia la periodista en sus libros siguen libres, cometiendo atrocidades. Por eso da gusto la detención de Mario Marín, cómplice de depredadores. Ella debe al menos tener la satisfacción de que no le dieron carpetazo a un asunto que lleva 15 años en proceso, sin justicia.
Ojalá que te vaya bonito…