Cultura

El huevo de la serpiente

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La naturaleza es eterna. Nosotros, no. La naturaleza no comprende a la inteligencia humana. Nosotros tampoco. Hay una cantidad de pensamientos repartidos en el mundo que se quiebran la razón, uno al otro. En guerras inútiles. El cerebro no es inversamente proporcional a la ignorancia colectiva. Gana la masa. Al derecho y al revés uno solo es lo que es, lo que tiene, lo que representa. No somos más que un montón de piedras… nada.

Andamos de cabeza por un virus, como nunca en la historia del mundo. Ya lo dijo Schopenhauer: “es evidente que los sabios de todos los tiempos han dicho lo mismo, y que los tontos —es decir, la inmensa mayoría—, siempre hicieron lo propio”. Hoy parece que los tontos gobiernan el mundo y andamos vacíos de sabios. Y que existe una mayoría a los que el ocio les da más pavor que un virus, y se niegan a quedarse en casa.

No sabemos disfrutar la soledad. Leer o pintar, pensar o escribir, cantar… El arte, ¿qué es eso? Hartos de nosotros, culpamos a los otros. Ellos, no yo. La culpa es de las autoridades, no mía. ¿Y la responsabilidad individual, qué? Quítate la frustración del rostro e intenta sonreír como aquel joven que fuiste. Porque la juventud es un estado anímico, no de edad. Tener salud es también carácter para vivir los géneros y estilos teatrales, incluida la tragedia actual. ¡Al escenario!

No huyas de ti mismo. O como aquel hermoso verso de Gorostiza: “Agua, no huyas de la sed”. Hoy más que nunca el mundo necesita individuos fuertes, autónomos, independientes, capaces de librar las batallas que vienen, no la del virus: la social, la que quedará después de tanto infortunio económico. Que la ciencia se ocupe del virus. Que aparezcan las nuevas mentes que levanten un mundo hoy sin líderes, sin pensadores, sin luchadores por la naturaleza, la que siempre está esperando que alguna vez —¿ahora quizá?—, el humano despierte de su estupidez.

Ayer fue el vih/sida y vencimos la muerte. Hoy es la covid-19. Es hora de aniquilar nuestros miedos, con Aristóteles: “la felicidad es de quienes se bastan a sí mismos”.

Que no crezca el huevo de la serpiente.

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Braulio Peralta
  • Braulio Peralta
  • [email protected]
  • Periodista, ensayista y editor. Autor de Otros nombres del arcoíris, El poeta en su tierra, diálogos con Octavio Paz, De un mundo raro, un libro de crónicas de sus personales viajes como corresponsal en España, y El clóset de cristal. Publica todos los lunes su columna La letra desobediente.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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