El presidente hoy está en el punto más alto de su mandato: de cara a la nación y con un respeto internacional que no solía verse en ningún otro sexenio, reciente y pasado, a excepción de Lázaro Cárdenas, guardando la debida distancia histórica. Ningún candil de la calle y oscuridad de su casa. En tres años de su régimen empieza a vislumbrarse un país donde una mayoría de mexicanos concuerda con el poder, mientras otros, los que perdieron en 2018, lo denuestan.
No es un Luis Echeverría que tenía a los medios de comunicación tradicionales postrados por dádivas y publicidad. Menos Carlos Salinas de Gortari que hizo rico a sus amigos, periodistas y escritores que le dedicaron textos entusiastas a sus seis años de gobierno y, terminado el periodo, se arrepintieron de sus aplausos. (Los gobiernos panistas de Fox y Calderón copiaron al viejo priismo). Hoy, la mayoría de la prensa escrita, la que opina y un segmento importante de las redes sociales no ve nada positivo en la figura y trabajo de Andrés Manuel López Obrador.
La oposición cuenta a los arrepentidos por haber votado por AMLO, pero no suma a los que sin votarlo hoy lo ven con simpatía, lejos del ruido mediático. Las encuestas son un termómetro válido, hasta ahora. Nadie se da un balazo en el pie y el Tren Maya, Tres Bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles y muchos otros proyectos caminan, al paso de tres años.
Sigue pendiente el tema de la violencia y la inseguridad, pero ya hay prisioneros por el tema de la corrupción, y lo que falta. No tiene el presidente un Ricardo Garibay como lo tuvo Luis Echeverría, o aquel cronista ya fallecido que ensalzó a Salinas de Gortari ( y varios más). Plumas cooptadas por el sistema, asunto esclarecido al paso de los años. No se puede decir lo mismo alrededor de la información u opinión que se de sobre AMLO, salvo la estrictamente oficial.
Los siguientes tres años serán como un tobogán de aciertos o desaciertos del presidente; difícil saberlo. Vienen elecciones y veremos si las encuestas no mienten y se afianza el partido de Morena como garante de las políticas implementadas por el presidente. Viene 2024 y nadie tiene tanta oferta para futuro presidente/a como el actual gobierno...
Veremos.
Braulio Peralta