La pandemia del Covid-19 ha paralizado las actividades en general, sin embargo la actividad política no tiene tregua, hay un intenso activismo en todas las latitudes del quehacer político, va desde el espectro nacional y en cada uno de los territorios del país, Durango no es la excepción.
Las redes sociales marcan en primera instancia la pauta de la actividad política, la confrontación y como una de las fuentes de información que arrojan todo un caudal en tiempo real de lo que se quiera conocer, superando incluso a los tradicionales medios de comunicación los cuales también se encuentran insertados en todas las plataformas que albergan las diferentes redes sociales.
A finales de este 2020 arranca legalmente el proceso electivo del año que viene, se van a elegir diputados federales y Congreso local de Durango, los partidos políticos en la entidad mantienen un estatus de un marcado desprestigio, de estar secuestrados por grupos o familias que se sirven de ellos, dejando de ser instrumentos de la ciudadanía para acceder a cargos públicos, con el agregado de que ninguno se escapa de haber incurrido en escándalos por personajes que rayan en el descredito total.
En el caso del PRI, el escenario está demasiado complicado porque sigue arrastrando en descontento social enfocado a este partido y sus personajes, vinculado a los grandes escándalos de corrupción en el Estado y a nivel nacional, es difícil que se reponga política y electoralmente.
En el caso del PAN trae un desgaste de gobierno en el Estado y uno muy marcado en la capital de la entidad, aunado a ello, la división y pugna del calderonismo aunque muy disminuido pero si representado.
Movimiento Ciudadano obtuvo una fuerza política a partir de la conjugación de tres factores conjugados en 2016 que el PAN le concedió la candidatura de la capital, uno fue la fuerza del candidato a gobernador Aispuro que por sí solo traía, otro era un descontento ciudadano contra el priísmo y un tercero el rompimiento de las estructuras priistas, con estas circunstancias MC adquirió una efímera fuerza que duró solo 3 años, actualmente es un partido ya muy disminuido.
El PRD no tendría forma de sobrevivir electoralmente sin alianzas con sus ya permanentes rescatadores panistas que les pasan los votos suficientes para transitar etapas con prerrogativas y algunos cargos públicos en gobierno, realmente no tiene ya posibilidades de subsistir, está en agonía y su lucha se reduce a no perder el registro.
El PT concentra su fuerza electoral aunque ya muy disminuida en la capital del Estado, sin personajes nuevos que refresquen y alejado ya de sus buenos tiempos que les daba para ganar municipios y distritos.
(Continúa Parte 2 mayo 25)
Twitter @RafaPalacios83