Cómo comprender que los pobres hayan votado por Donald Trump en EU, Jair Bolsonaro, Brasil, Javier Milei en Argentina, lo mismo se puede aplicar a Marie Le Pen en Francia y en muchos otros países donde la derecha radical se ha instalado.
El sociólogo y profesor brasileño, Jessé Souza, reconocido académico por sus estudios sobre desigualdad social, racismo, cultura y política en Brasil, acaba de escribir un importante libro, titulado “El pobre de derecha”. Con el subtítulo “La venganza de los bastardos”, aun no traducido al español. La pregunta central del texto es ¿Por qué una parte significativa de los pobres vota masivamente en todo el mundo por candidatos de la derecha radicalizada? ¿Por qué un trabajador pobre, sin servicios sociales ni prestaciones, llega a votar por aquel que promete destruir sus derechos laborales?¿Cómo fue que sucedió esto? Para Souza, en el caso brasileño, el “pobre de derecha” es el blanco pobre y de clase media del eje Sur-Sureste; así como los millones de evangélicos negros, que por consigna eclesiástica, votan a la derecha por una cuestión moral
La derecha y la ultraderecha producen discursos subjetivos de sentimientos confusos: odio y miedo. No vende programas y ni ofertas sociales específicas. Jessé Souza le llama el “Síndrome del JOKER”. Es decir inspirados en la última película del Wasón, se encarga de explicar este fenómeno, ya no solo desde lo puramente económico, sino desde la psicología, la moral y lo político. Desde la necesidad primaria de todo ciudadano de ser reconocido en su valor y singularidad. Souza Sostiene, cómo las dinámicas de explotación y exclusión impactan profundamente en la identidad y estima en los ciudadanos.
Cabría preguntarse por el caso mexicano que pareciera ir, por ahora, en dirección contraria. La respuesta es la proclama lanzada por Andrés Manuel López Obrador de “primero los pobres”. Cuyo impacto electoral fue avasallador. No solo fue una slogan más, sino fue respaldada con diversos programas sociales y reformas sociales. Produjo una narrativa no solo política sino moral y hasta religiosa. La “opción preferencia por los pobres”, presente en la Teología de la Liberación. El relato de la 4T desarmó a la oposición que aún no logra reponerse de las contundentes derrotas electorales. Y peor, todavía no logran cuajar un discurso alternativo. Solo esperan desatinos, errores o tropiezos.
La realidad no es estática. Nada asegura que todo siga igual. Pero es un alivio que México orbite en otras frecuencias fuera del radicalismo de derecha