Cultura

No subas los codos a la mesa

En el estante se encuentra una pila de libros con nombre rimbombantes, desde Los principios de la Enología, hasta Procesos bioquímicos de los lácteos. Ambos temas resultan ajenos y aún complejos para Damián y Angélica, un par de adolescentes que cursan el segundo semestre de la licenciatura en producción de alimentos. Por lo tanto, uno de ellos vuelve la mirada al estante, debajo de toda esa pila de conocimientos logra leer el siguiente título Modales para la mesa, lo cual la confunde al tomar el título de una forma literal, y se pregunta ¿Cómo una mesa puede tener modales?

La correlación entre alimentos y modos de consumirlos abre la puerta a todo un mundo de interpretaciones, modelos culturales, épocas y creencias religiosas. Ahí tenemos el ejemplos de las mujeres embarazadas y su limitación al momento de manipular alimentos en la época prehispánica, el origen de los banquetes romanos hasta el uso de los trinches en una cena de gala. Muchos de estos aspectos han sido concentrados en decretos, escritos, memorias y reglas, nombradas formas de la mesa; es probable que hoy en día el título, por sí sólo, explique que se trata del protocolo a seguir para demostrar ser un ser civilizado, educado y con aptitudes para desenvolverse entre las esferas del poder político y económico.

Sin embargo, el origen del concepto para la mesa como ente en el que se condensan todos los aspectos propios de servicio de alimentos y bebidas, pautas de conducta y símbolos sociales, proviene de una malinterpretación. De acuerdo con la historiadora Daniela Romagnoli, en su aporte para el libro Historia de la Alimentación, coordinado por Jean-Louis Flandrin y Massimo Montanari, el músico Georg Philipp Telemann compuso una pieza bajo el nombre Tafelmusik, que se traduce como “música para la mesa”. Pero, antes de pensar que dicha composición tenía como objetivo entretener a una serie de comensales, su función era entenderse como un grupo de músicos interpretando las partituras en torno a una mesa, como una variante de la Música de cámara. Con el paso del tiempo y dada la correlación entre los banquetes y su musicalización, la idea de diversos elementos, ajenas a la comida, que sirvieran para engalanar u ostentar dichos convites, llevarían el complemento para la mesa, en los que ahora podemos mencionar: modales, etiqueta, decoración, la propia musicalización, colores, entre otros. Y, a su vez, han conformado a lo largo de la historia humana moderna, una serie de tendencias, modas y conductas instauradas desde las esferas de poder, que, conforme se vuelven obsoletas o pasadas de moda, son adoptadas o imitadas por los siguientes estratos, para demostrar clase o civilización. Una aspecto curioso es que muchos de esos elementos que se vuelven moda, son en realidad recopilados ya sea de tiempos pasados o de otros grupos sociales, muchas veces de medios rurales y populares. Así aparecen en las bodas o quinceaños la tornafiesta, la víbora de la mar, el bolo, etcétera.


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Benjamín Ramírez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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