A fines de junio comenzó en la planta cordobesa de Renault en Argentina la producción de la pick up Nissan Frontier. Este hecho inédito en Latinoamérica confirma el plan diseñado por Carlos Ghosn, presidente y CEO mundial de la Renault-Nissan Alliance: unificar la fabricación y las plataformas de Renault-Nissan-Mitsubishi.
“Ya desde enero tenemos un jefe mundial de fabricación y un jefe mundial de ingeniería para las tres marcas”, me comentaba ayer Olivier Murguet, SVP, chairman Renault Región Américas, quien llegó a México para nombrar a su nueva CEO local, Magdalena López.
“Unificar fábricas y plataformas facilita la posibilidad de fabricar vehículos en México. Pero en nuestro caso aquí, necesitamos ser muy competitivos en el costo, tener muy poca inversión en planta y usar cosas ya existentes, porque nosotros colocaríamos vehículos solo de México hasta Argentina. No está en nuestros planes futuros exportar a EU, como sí lo hace el resto de las armadoras que están en el país”, agrega Murguet.
Sin duda, la planta modelo de Nissan en Aguascalientes (que comenzó a aplicar sinergias ya con Daimler) podría ser una de las fábricas donde producir para Renault desde México.
Otro punto a favor de esta posibilidad es el aumento en la exportación intrazona que ha desatado esta alianza. “Ya no dependemos de las importaciones de vehículos de Europa o de otros mercados y ciento por ciento de lo que vendemos en México viene de Latinoamérica. Eso nos ahorra muchos costos de logística y precio”, agrega. Hoy, 7 de cada 10 unidades son de su planta colombiana y el resto llegan desde Brasil. La marca francesa toma a la región como un todo y balancea producciones y ventas según la situación de cada mercado. “A pesar de los vaivenes, si sube la producción en un país lo puedo combinar con producción en otro”, explica.
También hay un renovado interés comercial entre las mayores economías latinoamericanas. “Los países de América Latina se están comunicando más; Colombia ha firmado recientemente dos acuerdos con Brasil y Argentina, con cuotas de exportación especiales que todos estamos aprovechando”, agrega el ejecutivo francés, y remata: “Por eso tenemos la misma ambición de crecimiento para México, pero para acelerar fuerte necesitamos una proveeduría local. No puedo dar fechas y no soy alguien naturalmente optimista, pero en este tema la industria automotriz está dando un excelente ejemplo de cómo esto sí funciona el comercio y la producción intrazona”.
Aún la venta local de Renault es pequeña (unas 26 mil unidades anuales), que es solo 10 por ciento de sus ventas en Latinoamérica, pero si los puntos a favor siguen aumentando posiblemente sí tengamos a mediano plazo vehículos con acento francés pero cuna mexicana.
Twitter: @ba_anderson