El chamanismo, los viajes interiores, las nuevas interpretaciones del inconsciente y el subconsciente, llegaron al Arte Pop para desencadenar en el híbrido llamado Psicodelia. En su autobiografía llamada The Universe of Peter Max, narra la influencia que tuvo en su obra los constantes viajes con sus padres, y el tiempo que vivió en China.
Estudió arte, se dedicó a su obra y la publicidad, renovó las técnicas de collage y de impresión, llevaba una vida, que él creía, de seguridad económica y emocional. Entonces conoció en París la relación creativa y espiritual que trasformaría su obra, su vida y su forma de acceder a su propio ser: Swami Sivananda, gurú, yogi, filósofo y líder espiritual. El director de cine Conrad Rocks comisionó a Max que realizara piezas de arte para el documental que estaba produciendo sobre Sivananda. El carisma y la filosofía de Sivananda trasformaron la visión del arte de Max y creó animaciones que entraban en la película, dibujos que representaban los viajes interiores por drogas, meditación, y Yoga, afirmó que gracias a la Yoga conoció un estado más elevado de la conciencia.
Con la obra de Peter Max y la influencia de los Beatles, que primero conocieron a Swami Devananda y más tarde visitaron a Maharishi en Bombay, la Yoga y su filosofía, la meditación y el vegetarianismo por fin a llegaron Occidente. En ese momento la meditación y la espiritualidad, sin las referencias religiosas entraron en la obra de muchos artistas, como tema y como detonadores creativos.
La sociedad tuvo otra forma de arte, que representaba una realidad no visible, una que se encontraba en el viaje más largo y profundo que podemos emprender, que es el viaje de conocernos a nosotros mismos. El interior se convirtió en algo más importante que el exterior, los artistas entendieron que representar eso, darle forma era una misión más profunda y arriesgada que ver, lo que todos ven.
El motivo de crear fue más allá, la recuperación del propio espíritu estaba en las obras de arte. Los colores, arcoíris, estrellas, montañas, mostraron un Paraíso que impuso el canon del optimismo místico, musical, cercano a Heinz Edelman y Submarino Amarillo, que visualizó un estado diferente de la vida interior.
Más tarde la obra de Max se fue por otros caminos en estilo, y sin embargo nunca abandonó la Yoga. Es interesante que el arte y una corriente como el Pop, hayan impulsado una conversión en una parte de la sociedad. En gran medida, que la Yoga tenga esta presencia actual, se debe a estos artistas. Lo que es penoso es que el New Age, con su estética fría y anodina, haya sustituido estos primeros gestos revolucionarios. En este encuentro con Swami y la Yoga, Peter Max realizó su sueño de ser astrónomo, porque alcanzó un Universo que estaba oculto y que ahora existía. Las peregrinaciones a la India para conocer gurús, las nuevas formas de acercarse a la espiritualidad fueron parte de la revolución social de los 60’s y 70’s, y esa búsqueda aún continúa, seguimos buscando el mundo feliz.