El 2020 sin duda será un año de retos para la industria automotriz en particular, ya que como hemos visto en los últimos meses, los indicadores muestran claramente una contracción en la venta de vehículos a nivel mundial. Lo que hace que también las armadoras dejen de producir una gran cantidad de vehículos para la exportación.
Prueba de ello lo vemos en el mercado de consumo automotriz más grande del mundo, sí, estamos hablando del mercado chino, que en cuestión de producción automotriz sumó 25.72 millones de unidades el año pasado, una caída del 7.5 por ciento interanual, de acuerdo con la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China.
Debido a tensiones comerciales esta caída se sumo a la del 2018, en donde se perdió el 2.8 por ciento de la fabricación de automotores, sumado a los nuevos estándares de emisiones más estrictos y la reducción de subsidios para los vehículos de nueva energía.
También en este gigante asiático, las ventas de automóviles de pasajeros descendieron un 9.6 por ciento interanual para alcanzar los 21.44 millones de unidades, mientras que las ventas de los vehículos de nueva energía se redujeron un cuatro por ciento, es decir a 1.2 millones unidades.
Una gran cantidad de vehículos si consideramos que en México se vendieron poco más de un millón trecientas mil unidades. Pese a todo, existe una gran confianza en el mercado mexicano, con la llegada de nuevos modelos y la estabilidad de los mercados cambiarios, aunque la confianza del consumidor todavía no se ha recuperado como se esperaba.
