Política

AI

En 2015 valía 1 billón de dólares, siete años después vale 29 y casi 80% de ese incremento ha sido en 3 meses. Dicho de otro modo, es un fenómeno tecnológico, financiero y comercial, que parece más bien un cuento de ciencia ficción.

ChatGPT se llama y es hoy una de las mayores innovaciones en el campo de la inteligencia artificial en la historia humana. Desarrollado por la empresa OpenAI, el lenguaje GPT ha sido utilizado en una variedad de aplicaciones, desde la generación automática de texto hasta la traducción automática. Una de las aplicaciones más populares de GPT es su uso en chatbots, hoy conocido como ChatGPT.

Que haya incrementado su valor en 80% no es casual: de noviembre de 2022, cuando fue lanzado, a la fecha, ha obtenido 1 millón de usuarios y los números crecen exponencialmente cada día.

ChatGPT es un modelo de lenguaje entrenado para generar respuestas coherentes y naturales a preguntas planteadas en una conversación. A diferencia de los chatbots tradicionales, que utilizan reglas predefinidas, ChatGPT aprende a generar respuestas a través de su entrenamiento con grandes cantidades de texto. Esto le permite comprender el contexto de una conversación y generar respuestas más precisas y naturales. Es capaz de aprender y adaptarse a diferentes estilos de lenguaje y tonos, lo que lo hace útil para una variedad de aplicaciones. Por ejemplo, puede generar respuestas formales para un chatbot de atención al cliente o respuestas más informales para un chatbot de entretenimiento.

Probarlo es una locura: es como sostener una conversación por chat con una persona de altísimo nivel intelectual. Es realmente fascinante observar cómo, con mínimos errores, el chat responde de manera articulada e informada a casi cualquier pregunta que se le formule. Sin embargo, a pesar de sus impresionantes habilidades, ChatGPT aún tiene algunas limitaciones. Aún no es capaz de comprender completamente el sentido y el contexto de una conversación, lo que puede llevar a respuestas irrelevantes o confusas en algunas ocasiones.

El impacto ha sido tan grande que la discusión hoy ya no es sobre las virtudes o fallas técnicas de ChatGPT, sino sobre sus implicaciones éticas: el plagio, la generación automática de noticias falsas o el engaño en línea.

Y como yo no soy ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sí debo deslindar la autoría de este artículo y confesar que fue una colaboración equitativa entre ChatGPT y yo: escribimos un párrafo cada quien. Ese es el poder de la herramienta. Y aquí les dejo la frase de cierre que ChatGPT escribió al solicitárselo:

“Un tema recurrente en la empresa y la vida es la tecnología. Por su impacto en las tendencias, los clientes y los empleados, mucho vamos a hablar de Inteligencia Artificial en la Sala de Consejo semanal.” Ahí se los dejo para que se asusten tanto como yo.

Arnulfo Valdivia Machuca

@arnulfovaldivia

Google news logo
Síguenos en
Arnulfo Valdivia Machuca
  • Arnulfo Valdivia Machuca
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.