Cada vez que funcionarios de la cuarta regresión enfrentan un problema que no resuelven gracias a su visible ineptitud, acuden al trillado argumento que evidencia la falta de ingenio: que todo se debe a la herencia de los neoliberales, de la mafia del poder, de los corruptos y a otros calificativos que ya están más que choteados.
Cuando se suscitó la masacre de 13 personas y un bebé en Minatitlán, lejos de prometer una exhaustiva investigación, el Presidente dijo que era herencia de los neoliberales y la Guardia Nacional que se estrenaba, dijo que era asunto de narcos. ¡Qué deducción! Todos los crímenes son de narcos. Se trató de una venganza al mero estilo guerrerense, por un ataque similar de los muertos, hace unos 20 años.
Por rencillas particulares, en aquella época, los vengadores sufrieron un ataque igual, en el que murieron muchos de la misma familia, incluidos niños. Los menores que quedaron vivos crecieron, ubicaron el lugar a donde fueron a parar sus atacantes y viajaron por ellos”.
Hace unos días se suscitó en la capital del país un problema de contaminación de dimensiones extraordinarias. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum fue incapaz de encontrar la solución adecuada. Utilizó el recurso menos acertado: prohibir la circulación de automóviles, cuando los expertos aseguran que eso no resuelve el problema. También usó el argumento hueco: “la administración pasada no nos dejó protocolos”.
Se nota que le gusta más la política que la ciencia, aunque ha dejado mucho qué desear a lo largo de su historia. Se deduce que el Presidente le depara un afecto especial, seguramente porque la señora ha demostrado una lealtad a toda prueba.
En los quehaceres encomendados ha dado magros resultados, como los ha dado durante el primer semestre de su gestión, al frente del gobierno de la Ciudad.
Malos, cuando fue designada secretaria del Medio Ambiente y luego encargada de la construcción de segundos pisos del Periférico y el distribuidor vial de San Antonio, cuyos gastos salieron de control y nadie, a la fecha, puede conocerlos.
Muy malos, como jefa delegacional de Tlalpan, en donde se autorizó la construcción de un departamento sobre las aulas de la escuela Enrique Rébsamen, que provocó un derrumbe durante el temblor del 19 de septiembre y murieron 19 niños.
Reza el dicho: “zapatero a tus zapatos…” Debería dedicarse a la ciencia, en donde seguramente daría mejores soluciones.