A propósito del cambio de rector en la Ibero Torreón, en las obras apostólicas de la Compañía de Jesús se acostumbra generalmente que el director o superior de obra su mandato esté determinado por un tiempo, sobre todo lo vemos especialmente en las obras educativas: colegios y universidades; el lapso va de 6 a 8 años.
Esta medida, en el transcurso del tiempo, ha demostrado ser una disposición sana que conlleva a mantener una fidelidad creativa y una búsqueda permanente de hacer misión, especialmente en la formación de niños y jóvenes.
Con la llegada del Mtro. Juan Luis Hernández Avendaño a la rectoría de la Ibero se reafirma la intención de los jesuitas de profundizar la colaboración apostólica.
Las recientes Congregaciones Generales han trazado un camino de relación estrecha laico - jesuita, hoy día es una realidad palpable y gozosa.
Esta nueva etapa no puede ser vista si no es a la luz del sentido de colaboración como misión, entendiendo la colaboración no como un medio sino como un fin.
Ha sido contundente que la colaboración con los otros es el único camino para llevar a cabo la misión. Una misión de reconciliación y de justicia.
La Ibero Torreón tiene en Juan Luis a un líder ignaciano que se ha destacado por su compromiso con la misión y su modo de proceder ignaciano a lo largo de más de 25 años en el sector educativo.
¡Bienvenido Juan Luis! Juntos, como compañeros de misión, la comunidad educativa caminaremos haciendo misión.
La universidad, como lo expresa el P. General Arturo Sosa, es el espacio plural para generar el diálogo y la comprensión, es el espacio para el ejercicio de la libertad humana para buscar y hallar a través de la docencia y la investigación los caminos de la transformación social.
Emprendemos con la fortuna de contar con la riqueza espiritual del santo Ignacio de Loyola, que nos alienta a trabajar bajo el amparo de un discernimiento orientado hacia el bien mayor, cuidando la persona y la obra apostólica educativa.
Finalmente, aprovecho el espacio para agradecerle al P. Guillermo Prieto por sus 6 años de gestión como rector. Años de mucho fruto.
La Ibero actualmente sobresale por ser una universidad referente en la región; en su rectorado se consolidó la planeación estratégica, se obtuvieron grandes logros en lo académico, humano y financiero.
Muchas gracias por darnos la oportunidad de palpar un testimonio coherente y consistente con la misión de la universidad, pero sobre todo gracias por tu amistad.
Que el Dios-Jesús te siga acompañando en tu nueva encomienda.
