La trayectoria de W. Rihm es un ejemplo de arduo trabajo, no sólo en su amplísima obra como compositor, sino como miembro de distintas organizaciones y asociaciones para la música en su país. Desde 1985 es profesor de composición en su ciudad natal, Karlsruhe. Todos estos años como académico le han permito conocer muy bien la evolución musical entre jóvenes compositores, algunos de ellos activos creadores dentro de la corriente postmodernista. En una entrevista con Barbara Röder, y que se publica en la revista española Scherzo (marzo 2007) ella le pregunta: “(…) ¿Cómo ve el futuro para los compositores de las nuevas generaciones?”. A lo que W. Rihm contesta: “Hay talentos extraordinarios: Dietrich Eichmann, Markus Hechte o Jörg Widmann. Todos ellos encontrarán su camino. Otros ya lo han hallado, o incluso están muy establecidos, como Rebecca Saunders. Me gusta mucho observar esta evolución. Hace poco he tenido a un joven húngaro, Márton Illés, que se ha doctorado. Hay diversos tipos de capacidades. Algunos escriben para teatro musical, mientras que otros están más orientados hacia el lado instrumental. Unos escriben para la voz, y otros se inclinan hacia la percusión”. Si hay algo que nos une a este compositor es el hecho de haber escrito su ópera/teatro musical La conquista de México (1991); sobra decir su temática, pero sí que toma algunos textos de Antonin Artaud y Octavio Paz para el libreto. Ciudades como Hamburgo, Salzburgo y Madrid han visto su representación. En el 2003 se escenificó en el marco del XXXI Festival Internacional Cervantino de Guanajuato. Señalo como referencia la obra de Rihm en esta etapa que inaugura la postmodernidad.
Wolfgang Rihm (2 de 2)
- Columna de Antonio Navarro
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Antonio Navarro
Jalisco /