El mal manejo de la información en los medios, y el alarmismo innecesario, son lamentablemente fuente de desinformación y de corrientes de opinión que lamentablemente crecen rápido, por la escasa capacidad de análisis de la gente y por un inexplicable afán de creer todo lo peor, y de sentirse importante mientras más rápido difunda versiones tremendistas falsas, como la que se generó por declaraciones mal interpretadas de Andrés Manuel López Obrador en una mañanera de la semana pasada, en la que dijo que el programa IMSS-Bienestar se aplicaría en Ciudad de México y en el Estado de México.
Una versión informativa le atribuyó al presidente las palabras de que: “ahora que Delfina Gómez será gobernadora del Estado de México, ahí aplicaremos el programa IMSS-Bienestar”, y a partir de eso, no faltaron quienes se creen periodistas que publicaron “Adiós al Issemym, lo absorberá el IMSS-Bienestar”, causando una gran intranquilidad entre todos los derechohabientes, maestros y empleados administrativos, porque deslizaron la idea de la desaparición de esa gran institución médico-asistencial.
Desde la campaña para la gubernatura ya era el centro de la ambición de morenistas, petistas y verdecologistas, que se frotaban las manos y se imaginan que quien dirija el Issemym se va a encontrar con el “cofre del tesoro”. La realidad es que si cambian al director, el que llegue encontrará un reto mayúsculo para dar consultas médicas, medicamentos y hospitalización para cerca de 800 mil derechohabientes, entre activos, pensionados, pensionistas y dependientes económicos, y pagar pensiones y jubilaciones de más de 80 mil personas en números cerrados, y también verá que las cuotas de los trabajadores en activo son insuficientes para hacer frente a los gastos, por lo que se le tienen que canalizar recursos gubernamentales…
En otras cosas, este lunes anunciaron su renuncia al cargo “corcholatas” de López Obrador; Marcelo Ebrard ya entregó la renuncia al cargo como secretario de Relaciones Exteriores, y para no quedarse atrás, la señora Sheinbaum también dijo que deja la jefatura de Gobierno de Ciudad de México, y que entregará “su renuncia” el viernes próximo, pero pierde de vista que los cargos de elección popular, como el de ella, son irrenunciables. Necesitan los votos de la mayoría calificada de la Cámara de Diputados de Ciudad de México para aprobar la separación del cargo, y a Morena y sus aliados no les alcanzan los diputados, por lo que no será automática la separación del cargo para dedicarse a hacer campaña.