Hace unos días leí en una entrevista con Michael Haneke que el realizador austriaco encuentra más paralelos entre el cine y la música que entre el cine y la literatura. Lo entiendo perfectamente. Como realizador - y nosotros como espectadores – disfrutamos y nos emocionamos con el movimiento, ritmo y la tonalidad de una película.
Sin embargo, al observar el filme Maestro Jardinero (Master Gardener) de Paul Schrader que llegó a los cines con la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, no pude más que reconocer, una vez más, la belleza, eficiencia y maestría de la narrativa estadounidense que le ha impreso un toque especial a la literatura, el teatro y el cine de Estados Unidos. Los guiones y las películas de Paul Schrader están inscritas en esta tradición. ¿Cómo no admirar un guión como el de Taxi Driver – llevado al cine por Martin Scorsese – o películas como American Gigolo, Cat People, First Reformed, The Card Counter y Master Gardener escritas y dirigidas por Paul Schrader?
Las características de la eficiente narrativa – que se traduce en estética – empieza con el tipo y desarrollo de los personajes y sus conflictos, con la manera como el entorno influye en sus vidas y acciones, como las historias, aunque narradas en presente, remiten al pasado y futuro y como la progresión dramática atrapa al espectador con un flujo de eventos y cambios que abren nuevas perspectivas.
El maestro jardinero Navel Roth (Joel Edgerton), protagonista del filme, es un hombre taciturno que cuida el extenso jardín de una mansión. Vestido con una especie de overol-uniforme negro, El hombre dirige un grupo de jóvenes aprendices a los que instruye en la historia de la jardinería, el cultivo de las plantas, su cuidado y participación en exhibiciones y subastas. Con su patrona Norma Haverhill (Sigorney Weaver), propietaria de mansión y jardín, a Navel lo une una relación un tanto ambivalente que se tensa aún más cuando su patrona le encarga a su sobrina-nieta Maya (Quintessa Swindell) como aprendiz de jardinería.
El drama con sus giros narrativos y dramáticos se da entre los tres personajes. El centro, sin embargo, son las revelaciones acerca del pasado de Navel quien, como testigo protegido, está al cuidado de Norma y ha encontrado en el trabaja el esmero con el que trabaja el jardín una manera de poner orden en su vida, purgar la culpa por su pasado y ayudar a Maya en superar su dependencia del mundo de la droga.
Paul Schrader ha encontrado en personajes masculinos que cargan con un presente - y pasado - de violencia y crimen, el centro y tema de muchas de sus historias. Interesante que en El contador de cartas y El maestro jardinero los atormentados hombres siguen el ritual de llevar una bitácora o diario en el que anotan datos y comentarios. Los bellísimos créditos iniciales de Maestro Jardinero muestran la eclosión de flores de gran colorido y belleza. ¿Guías de la naturaleza para superar la naturaleza humana ambivalente con tendencia a la violencia? ¿Al hombre estadounidense que vive y está contagiado por un entorno de violencia?