Cuando escuché al joven César Castellanos, cantar un tema del legendario “Tata Nacho”, viajé a mí infancia y me vi niño, sentado en la sillería de la Pergola “Ángela Peralta” del bosque de Chapultepec en la CdMx y escuché de nuevo a la Orquesta Típica de la Ciudad de México... Luego escuché a mi mamá Coco que preguntaba por mis hermanos. Fue la mejor educación que recibí, cultura viva y nuestra, fueron lecciones que dieron sentido de identidad y que este día de fiesta en la preparatoria Miguel de Unamuno, regresaron imprevistamente mientras escuchaba a los universitarios de la escuela de música “José Samano”...la música como sinónimo de alegría por vivir y de alimento al espíritu.
Y me vi reflejado en los muchachos de la Universidad La Salle Laguna que tienen en sus profesores, Omar, Lourdes, África, Jaime, Diego, Miguel, Rico y los demás, el mejor de los ejemplos de amor a la cultura. Regresé mas tarde a momentos mucho más recientes que mis domingos de infancia en Chapultepec, y no pude menos que comparar: las primeras intervenciones musicales de los alumnos lasallistas y el concierto en la diesta por los 30 años de la Unamuno: un afortunado mar de diferencia.
La escuela ha crecido en cantidad de alumnos y profesores, y su calidad se puede apreciar en espacios educativos y culturales donde se presentan. En ese momento vi que los alumnos observan con respeto a sus profesores, algo que lamentable no es común en estos días y los maestros llevan su compromiso docente al campo del arte, lo que a final de cuentas debe ser la prioridad en una carrera musical. Lourdes Pascual es la directora artística de estos conciertos que son emotivos, didácticos y demostración de que en La Laguna hay alternativas de estudios superiores en el ámbito musical y que a pesar de que carecemos de un Conservatorio estatal, contamos con academias y una escuela universitaria de música. El ejemplo de la ULSA Laguna es muy interesante como revisión de la típica frase de que en Torreón no hay nada y entonces se ve la opción de estudiar en otros lares, como lógica. En esta reflexión debo señalar que la trayectoria de la Camerata de Coahuila, sin tener una actividad docente, ha motivado la existencia de alternativas musicales, algunas aparecen y se van, como la Tchaikovsky, o cada día crecen positivamente, como la Escuela Municipal de Música “Silvestre Revueltas”, de Gómez Palacio, por citar ejemplos.