2018 es el Año de Etiqueta Ochoa.
Se lo merece, la autora de “El Retorno de Elektra”, “La Urgencia de un Dios”, “El Desierto a tu Lado”, nació en esta Ciudad y murió en la CdMx a los 80 años, en plenitud... ese año apareció “Poesía Reunida” y recibió la Medalla de Oro de Bellas Artes.
Cumple 10 de fallecida y su hija, la poeta Marianne Toussaint, quiere para ella una fiesta entre amigos; el gobierno del estado y el municipio, por lo pronto, lanzaron la convocatoria del Premio Nacional de poesía “Enriqueta Ochoa”, dotado de cien mil pesos y la edición del poemario ganador, y el Ayuntamiento torreonense anunció que gestionará los recursos para rehabilitar la llamada Casa Mudéjar de la calle Ildefonso Fuentes, para crear ahí el Centro Cultural “Enriqueta Ochoa”.
Para el cumpleaños, Marianne quiere traer las cenizas de una de las mas grandes poetas mexicanas del siglo XX y sepultarlas bajo una jacaranda y la Secretaría de Cultura planea un acto poético en el Congreso del Estado, donde está escrito el nombre de la autora de “...de blasfemia han tachado mis urgencias/ Dicen que Dios no reirá jamás entre mis labios/ ni llorará en la Cuenca de mis ojos tristes”. okalá que la reunión de esfuerzos de la Secretaría de Cultura y del IMCE revivan la idea de la Cátedra “Enriqueta Ochoa”. La escritora que recibió clases particulares en su casa, que vivió una Odisea en el norte de África con Marianne, que fue una institución en los CCH de la UNAM, que convirtió su departamento en un centro cultural abierto a las ideas y letras de finales del sigo XX...sigue viva y se le recuerda por su inclinación natural a la bondad y su facilidad para encontrar las palabras que parecieran inventadas, para crear imágenes desgarradoras que encierran un sentimiento apasionado por la vida. San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila fueron inspiración y motivo de largas pláticas con sus amigos; sus charlas con el poeta Rafael del Río, a quién dedicaría después su Elektra, siguen en el ambiente y su amada hija Marianne, los trae bajo el brazo. También trae las preguntas, las felicitaciones de poetas nacionales y extranjeros que la han preguntado por la continuidad de uno de los certámenes literarios con mayor prestigio en el país.
Y reitera que ninguna de las dos, madre e hija, dejaron de recordar a su tierra, ellas siempre hablaron de Torreón y ahora la escritora que es herencia del terruño y de su madre, vino al centro de la ciudad que un día vio partir a Enriqueta, que se fue lejos, muy lejos, a buscar la inmensidad del sentido de la existencia; vino para decirle a los viejos y nuevos amigos, que su amada madre, su inspiración de vida, está más viva que nunca.
La Agenda Cultural marca para esta semana: leer “Las Vírgenes Terrestres”.