Ahora convertido en el Dirigente del Movimiento Nacional por la Esperanza (en ciernes de convertirse en un partido político, a pesar de que lo niegue) llegó René Bejarano a la Comarca Lagunera para hablar de la falta de un drenaje pluvial eficiente(¿?).
El “fantasma” de la corrupción no ha terminado de perseguirlo, Carlos Ahumada sigue rondando su andar por el país: Ni la camisa a cuadros, ni su atenuada voz, ni la barba crecida, ni el bajo perfil lo eximen de lo revelado en el desafortunado video que le valió el mote de Lord Ligas.
Bejarano culpó a Carlos Salinas de Gortari y a Rosario Robles, la actual titular de la Sedatu, de la conspiración, “chiva, pero no expiatoria”, dijo Bejarano (sobándose las manos y esperando “con largas uñas” a que Andrés Manuel llegue a la silla presidencial para hacerle justicia).
La relación con el Presidente Electo la lleva a través de personajes cercanos a López Obrador como su hijo, Andrés Manuel López Beltrán y la propia Yeidckol Polevnsky, René Bejarano sabe que su presencia no es muy benéfica al círculo cercano del futuro presidente, es más, el papel de operador político de las causas de Morena, lo va a ejecutar casi sin mencionar al Presidente Electo, desafortunadamente los medios de comunicación y “la grilla” tienen memoria.
René Bejarano trata de “sanear” su imagen enarbolando un movimiento ciudadano (que de ciudadano no tiene nada, por cierto), pero sus verdaderas intenciones tienen que ver con una operación política encubierta, labor que sabe hacer de magnifica forma, es un “animal político” dicho desde la más estricta visión Aristotélica.
El trabajo fino lo hará a través de su esposa, Dolores Padierna y de paso, Bejarano tendrá cierto grado de control en el Senado de la República, ella tiene una relación cercana con Andrés Manuel y la va a aprovechar con todo.
Así, Bejarano recorre (parsimonioso) el país, camina pausado, arrastra el grillete del escarnio, a pesar de que tanto la PGR, como la Procuraduría de Justicia Capitalina lo exoneraron, dice.
Al tiempo.
