Hace algunos días el PRI Durango estuvo de manteles largos, festejaron el 92 aniversario de la creación de este instituto político.
Luis Enrique Benítez, Presidente del Comité Directivo Estatal fue el anfitrión de una reunión en La Laguna con distinguidos militantes, entre los invitados estuvieron Leticia Herrera, Rocío Rebollo, Luis Fernando González Achem, Octaviano Rendón, Francisco Bardán, entre otros ponderables.
El cometido se cumplió, Benítez aseguró ante la militancia de élite que el partido estaba más unido y fuerte que nunca y que arrasarían con el proceso electoral a celebrarse el próximo mes de junio, ya para si no, van aliados todos los partidos contra Morena, eso habla de la debilidad de todos los involucrados:
Del PRI, pero también del PAN, ya ni decir del PRD y la "chiquillada".
Esto no ocurrió en Coahuila, aquí se fraguaron otras alianzas y migraron "chapulines" de un lado a otro, todos quieren uno de los 21 mil puestos que se estarán disputando, todos quieren ser algo y no dude que podrán lograrlo.
En Durango la política está estancada y minimizada a grilla, los "duranguitos" nunca van a permitir que llegue un lagunero a una posición importante, de cualquier partido, el PRI por ejemplo debe analizar seriamente la figura de Leticia Herrera.
La ex alcaldesa ya "se bajó" una vez en un acto de institucionalidad para darle paso a Esteban Villegas, finalmente ni Herrera, ni Villegas.
Ahora el escenario es distinto, Luis Enrique o el líder partidista en turno (porque se habla de un inminente relevo en el Comité Directivo Estatal) deberá tomar en cuenta la marca "Herrera", la garantía y no hacer experimentos, ni cumplir caprichos de los liderazgos duranguenses, ya no están las cosas como para darse esos lujos como en el pasado.
El PAN del Güero Rosas Aispuro podría apostarle a Jorge Salum, no le veo otra lectura.
Yo lo que creo es que debe existir un relevo de mandos, dejar al estado en manos de un lagunero sobre todo por el número de votos que aportan en las elecciones.
La Laguna de Durango necesita ser vista desde otro ángulo, uno con visión a futuro, porque sí qué bonita la capital y su historia y sus paisajes y su clima, pero La Laguna con un buen enfoque podría representar la cuna del desarrollo de dos estados.
Me encantaría conciliar los ánimos y esfuerzos de los laguneros, saltillenses y duranguenses pero definitivamente no hay manera, la rivalidad existe, aunque nadie quiera reconocerla, los saltillenses se creen más regiomontanos que coahuilenses y los duranguenses más duranguenses que duranguenses, es decir creen que después de la caseta ubicada cerca del aeropuerto, no hay más.