"Hecho está", una de las siete palabras que pronunció Jesús durante su crucifixión, pero también, una figura gramatical muy importante, que concluye una gran hazaña, es decir, se trata de un enunciado como tal y solamente son dos palabras "hecho está".
Las y el candidato a la Presidencia de México cumplieron con sus tiempos de campaña, por cierto una de las más violentas o sino la más violenta en la historia moderna de México, recorrieron el territorio en medio de un país que arde en los fuegos implacables de la violencia y el crimen organizado.
A "toro pasado" me aterran dos situaciones, la primera tiene que ver con que a hoy, desconozco cuál es la propuesta real de seguridad de las tres fuerzas políticas y sus alianzas que disputan la Presidencia, ni la de Claudia, ni la de Xóchitl, mucho menos la de Álvarez Máynez, ninguno reparó en exponer la estrategia en materia de combate a la delincuencia y eso me lleva a la segunda premisa, hemos normalizado la violencia a tal grado que hoy es prácticamente inexistente en Palacio Nacional, hemos optado por abrazar y no balacear, hemos decidido acusar a los delincuentes con su mamá, la idea es dejarlos libres, en medio del fuego cruzado, ceder pues el mando a las diversas células delictivas, en algunas zonas del país es de lo más común que los criminales paralicen el transporte público y privado, hemos aceptado que los padres de familia deban pagar derecho de piso para que sus hijos puedan ir seguros a la escuela, hemos visto normal que un ejecutivo nacional salude de mano a la madre de un capo, es normal, es relativo escuchar su petición y no la de miles de madres que se carcomen bajo las inclemencias del tiempo, cribando, buscando un hueso, algo que ayude a dar con el paradero de un hijo o de un familiar.
Es increíble el grado de ceguera que tenemos y que nos han orillado a aceptar, ha sido el sexenio menos violento, pero en relación a qué o comparado con qué, por eso justo me aterra que las y el candidato no hayan expuesto su plataforma de seguridad, pero una basada en experiencias de éxito como en Italia o los Estados Unidos, no en los dichos de los que se sienten súper policías, pero de verdad, lo más aterrador es que nadie lo ve, nadie les cuestiona, nadie ha reparado en ese aspecto fundamental para el desarrollo social y no solamente el asistencialismo.
Sabe por qué, porque la violencia en México hoy está más que normalizada. Hecho está.