¿Conviene al país y a la democracia la creación de nuevos partidos?, justo cuando estamos luchando por disminuir el número de diputados plurinominales y los costos de cada proceso electoral, así como el financiamiento a partidos políticos.
La experiencia indica que es dinero mal aplicado: la sociedad los ha rechazado y perdieron el registro; incluso hoy hay encuestas que indican que la gente no votaría por ellos.
Es difícil concebir que un ex presidente de la República, marcado por la violencia sin control y el autoritarismo (y a quien ahora salen acusaciones de corrupción a un miembro de su gabinete de seguridad), pretenda formar un partido para vivir de la política.
Calderón carece de autoridad moral y habría que preguntarle en tribunales, los vínculos y el respaldo absoluto que brindó a Genaro García Luna.
Habría que preguntarle también de dónde proviene el financiamiento de los diversos viajes en avión, contratación de salones y dinero utilizado en sus asambleas distritales.
Son tiempos de romper con el viejo paradigma de que a un ex mandatario de la República no se le debe tocar ni con el pétalo de una rosa, la decisión está en manos del presidente López Obrador y su gabinete.
En realidad, Felipe Calderón le apuesta a ser diputado plurinominal porque sabe muy bien que si contendiera por algún distrito electoral de Michoacán o Ciudad de México, perdería.
Otro de los nuevos partidos sería el que encabece Pedro Haces, quien pregona tener todo el respaldo y simpatía del Presidente, lo cual pongo en tela de duda, ¿o acaso no sabrá López Obrador de sus vínculos políticos con José Murat?
Recordemos aquella llamada entre el ex gobernador Murat y Duarte (quien hoy se encuentra en la cárcel) pidiéndole intervenir con Pedro Haces para detener el movimiento de trabajadores de Salud ante la falta de pagos.
Es del dominio público la sociedad conformada entre Haces y Murat para la venta de medicamentos y servicios de limpieza y seguridad pública.
Por si fuera poco, se afirma que Redes Sociales Progresistas, de la maestra Elba Esther Gordillo, contará también con registro.
Tal parece que los mexicanos tenemos muy mala memoria.
Del anecdotario:
Conocí a Francisco González Albuerne hace algunos años en algún acto social celebrado en Los Pinos.
Posteriormente empezamos a tratarnos y nació una amistad que hasta este día perdura.
Tengo presente en alguna ocasión, en Acapulco, que lo invité a comer, siendo yo gobernador por segunda vez… Tomé la decisión de invitarle platillos típicos de mi región de la costa los cuales, observé, los disfrutó como pocos.
Entre los comensales se encontraba un personaje que la mayor parte de su charla giraba en torno a la gran fortuna que poseía; nos presumía que su avión hacía tan solo tres horas de Acapulco a Miami y otras frivolidades que no venían al caso.
Yo observaba a “Pancho”, como cariñosamente le llamamos sus amigos, que solo escuchaba sin expresar emoción y mucho menos presumir sus logros.
Desde entonces me surgió una gran admiración por este joven empresario que daba lecciones de modestia y humildad.
Cuando me separé del cargo, decidí alejarme por un tiempo de la actividad pública y refugiarme en el seno familiar con mi esposa, Laura de Rocío, y mis hijos, Laura y Ángel (qepd).
Después de algunos años nos volvimos a reencontrar con “Pancho” y tuve la idea de que iba a ser un trato distinto el que recibiría de él.
Para mi sorpresa su charla fue siempre cordial y cálida, como los viejos amigos de verdad.
Me dio otra lección: los amigos son para siempre en las duras y en las maduras, y me invitó a colaborar en su prestigiado diario.
Ahora entiendo muy bien su sensibilidad humana, no es fortuito que presida una fundación para combatir y prevenir el cáncer.
* Ex gobernador de Guerrero