En ese mundo de la política raras veces aparece la verdad absoluta de las cosas, se escuchan rumores, algunos testimonios aislados, a veces parecen leyendas sobre lo turbio que pueden ser uno u otro personaje.
O ya de plano es Vox populi, vox Dei. Ya cuando todo mundo dice cómo se comporta tal o cual político en los cargos que ha desempeñado a lo largo de su vida pública.
Algunos políticos, cuando ya se empieza a hablar de ellos, le apuestan a no moverse, no decir nada, porque saben que la tormenta pasará. Un poco de cinismo es lo que hay que aprender.
Generalmente es así, pero cuando las habladas, las denuncias vienen de otro funcionario público, los efectos son más destructivos. Las acusaciones se transforman en golpeteo, esto debe de venir en el manual de sobrevivencia en la política, con toda una colección de frases como la de “No tengo nada que esconder”.
Ya entrados en gastos, cuando el “golpeteo” es más intenso, los adversarios no tienen el menor descaro y muestran que sus pruebas fueron obtenidas con métodos ilegales, todo sea por golpear y lograr el objetivo planteado. Cualquier similitud con los llamados “Martes del Jaguar”, de Layda Sansores, gobernadora de Campeche, es mera coincidencia.
Total, el adversario que se convirtió en el objetivo tiene de dónde pescarlo y no lo soltarán hasta que doble las manos. Y después de un estira y afloja desde la bancada tricolor, su líder Alito Moreno, se sumó a la iniciativa del Presidente de ampliar el plazo del Ejército haciendo labores de policía hasta 2028 y completar la militarización de la Guardia Nacional.
Esta negociación pareció consumarse cuando el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, comentó algo al oído del líder priista en la Cámara de Diputados, en una foto que todos los medios publicaron.
Lo malo de todo esto es el uso que se le da a la justicia, solo sirve para amenazar a los adversarios desde el poder, Rosario Robles, Ricardo Anaya y otros políticos dan prueba de ello. Que también para eso es la prisión preventiva oficiosa que tanto le interesa conservar al Presidente López Obrador.
En política parece que el largo de la cola va relacionada directamente con las capacidades para negociar con el poder, ya si militas en el partido que está en el gobierno, pues esa ya es harina de otro costal.
Andrés Amieva