En algún momento, la magia y los sueños rondaron juntos por las calles de Acatic.
Experiencias de vuelo, libro de cuentos de Cándido González Pérez, consigue organizar, narraciones alejadas de las corrientes en boga, y de forma lúcida, girar obsesivamente en la vida comunal de aquellos ayeres, con enorme cantidad de matices y paso firme (escritura) de síntesis, devela conflictos humanos, y hasta porciones de identidad en busca de preservar en la memoria de quien se atreva a leer lo múltiple de la infancia en estos relatos cortos; diecisiete cuentos, precedidos de un prólogo ilustrativo de Hugo Medrano.
La vida individual consiste en pasar sucesivamente de una edad a otra, de un estatus a otro, de una ocupación a otra; ahí donde las diferencias de edades, de estatus y de ocupaciones están bien separadas, logra por vía de la literatura, una síntesis depurada, para cada uno de los evidentes hallazgos de los cuentos.
Con el receso y la pandemia del coronavirus, se observa un serio deterioro en la industria editorial mexicana, en circunstancias depresivas, la evolución del sector se ha vuelto un cuello de botella, con poco margen de maniobra, en la cadena productiva, lo que vuelve loable, la apuesta de Ediciones de la noche.
Siguiendo a Ricardo Piglia, un cuento es un relato que encierra un relato secreto. Toda opinión, toda mirada selecciona unos rasgos y no otros, señala un paisaje determinado y, consciente o inconscientemente, sus límites. Quiere esto decir que no parece posible una mirada total, global, que lo viera todo, aunque sólo sea porque, para ello, ésta debería, paradójicamente, localizarse en un fuera-de-lugar, una nada ue con dificultad podría ser tal desde el momento en que algo tan complejo como una mirada o un lenguaje se proyecta desde ella. En este sentido, no puede haber un solo mundo sino tantos como sujetos —individuales o colectivos— miren y hablen.
Hablar del mundo es pronunciar un mundo entre otros. Fragmentos. Sin embargo, del reconocimiento del fantasma que nombra lo absoluto no tiene por qué derivarse sólo la renuncia a la búsqueda del consenso interpersonal y la inercia ante lo que hay sino, más vivamente y sobre todo, una doble posibilidad de hecho: el diálogo, más o menos conflictivo entre visiones diferentes, por un lado, y/o la contradicción exclusivista, paralizante, por otro.
Eso es fácilmente comprobable, al leer Experiencias de vuelo, unos cuentos de sostenida calidad lírica.