Enojado. Decepcionado. No puedo. ¿Con qué? Con “Tertulias desde Qatar”, uno de los más importantes programas especiales que se están haciendo sobre el Mundial de Futbol.
¿Por qué es uno de los más importantes? Porque nace de Canal Catorce, la joya de la corona de los medios públicos mexicanos, una frecuencia abierta nacional que ha visto triunfar conceptos verdaderamente fundamentales como “Mañanera 360”.
Quiero que por un momento piense en lo que esto representa en términos ideológicos, su vinculación con la Cuarta Transformación. Sí está mal.
En el muy remoto caso de que usted no sepa de qué le estoy escribiendo, ¿qué es esto? ¿Quiénes salen? ¿Cuál es la diferencia frente a otros proyectos mundialistas de nuestros medios públicos como “Apasionad@s del gol” de El Once?
¿Usted sabe lo que es TAL? Son las siglas de Televisión América Latina, una institución que reúne a lo mejor de los medios públicos de toda nuestra región del continente.
TAL es una muy buena idea que funciona de maravilla para intercambiar materiales, dar premios, ofrecer ayuda y crear contenidos.
Considerando la relevancia de Qatar 2022 para toda nuestra región, era lógico que TAL quisiera hacer algo. Imagínese a Brasil, a Argentina.
El “pequeño” detalle es que nadie, en TAL, tiene los derechos del Mundial de Futbol y que si una televisora privada batalla para mandar gente por el tema de los costos, no le quiero ni contar lo imposible que resulta esto para cualquier medio público latinoamericano.
El caso es que TAL necesitaba apoyo y Canal Catorce, presencia en Qatar 2022. Ambas instancias se unieron y el resultado es “Tertulias desde Qatar”.
Estamos hablando de un programa que, al parecer, es argentino, pero que de repente es interrumpido por secciones que lo hacen mexicano.
Sus conductores son los periodistas Alejandro Wall y Daniel Arcucci y los sociólogos Ezequiel F. Moores y Fernando Segura Trejo que, desde la sede mundialista, se reúnen durante una hora para entrevistar a otros eruditos y para lo que ellos llaman “pensar el futbol”.
Es infumable, lo más arrogante del universo, un producto mediocre, plano, carente de la más elemental emoción. Un canto de odio al futbol. No puedo creer que exista.
Mucho menos cuando El Once tiene su propio gran programa sobre Qatar 2022 que sin dejar de ser un concepto perfectamente bien diseñado para medios públicos, sí es dinámico, ameno, interesante y, lo más importante de todo, nuestro.
Hablemos de la parte de los contenidos de “Tertulias desde Qatar”. Yo no tengo nada en contra de sus conductores ni los conozco, pero en este negocio, por más intelectual que sea uno, lo más importante es el público.
Y por respeto al público se necesitan comunicadores, y por respeto al público hay que estructurar los contenidos, y por respeto al público hay que manejar un ritmo, y por respeto al público hay que mostrar aunque sea una pequeña dosis de entusiasmo.
No sé usted pero yo no me abono al Mundial de Futbol para ver a un grupo de señores, hombres, heterosexuales, extranjeros, blancos, de la misma edad, en una suerte como de depresión colectiva para hablar de dictaduras y de cosas peores durante tantísimo tiempo.
Y si usted pensaba que la parte mexicana era mejor, perdóneme pero no. El otro día entrevistaron a la máxima autoridad del Deporte de la Ciudad de México y ni se imagina lo primero que dijo: que no estaba seguro de si el futbol era el deporte más practicado en la capital del país.
Si no estás seguro, ¿por qué ocupas el cargo que ocupas? Si no te gusta el futbol, ¿qué estás haciendo en un programa sobre el Mundial de Futbol? ¡Qué desgracia!
Hablemos ahora de la parte de producción. ¿Me creería si le dijera que estos señores se fueron a Qatar a encerrar en la sala de un departamento horrendo con las cortinas cerradas?
¡Me muero! Eso lo pudieron haber hecho por zoom desde sus casas, no justifica el costo de un viaje tan caro y tan complicado, es lo primero que no se debe hacer en coberturas internacionales.
Y por si esto no fuera suficiente, las tomas son pésimas. La iluminación, mala. Cero cuidado en los detalles: pelos sucios y despeinados, nada de vestuario. ¡Hasta el tapete está arrugado!
Lo siento mucho pero yo no pago impuestos para eso. Y supongo que la gente en el resto de América Latina, tampoco.
¿Ahora entiende por qué le digo enojado, decepcionado y que no puedo? Creo que soy el único periodista de espectáculos de este país que pela a los medios públicos, pero cuando uno mira estas cosas, le juro, me dan ganas de no hacerlo.
Luche por ver “Tertulias desde Qatar” en Canal Catorce para que juzgue por usted mismo, para que vea que no es nada personal. Pasa los lunes, miércoles y viernes a las 18:00. Lo reto a que aguante más de cinco minutos. No va a poder.