El domingo pasado subió a la plataforma Starzplay el capítulo final de la temporada uno de la serie mexicana Señorita 89 y ahora sí le puedo decir, con absoluta certeza, que se trata de una serie magnífica, valiente, imperdible.
Qué manera tan más inteligente de poner sobre la mesa todo el horror que viven nuestras mujeres pero transformándolo en un espectáculo de nostalgia y, lo más maravilloso, sustituyendo los lugares comunes por un elemento increíblemente potente y original: los concursos de belleza.
Tengo que felicitar públicamente tanto a los escritores como a los directores porque supieron construir personajes que jamás dejaron de crecer, de cambiar, de sorprender.
Yo no sé cómo se filmó aquello, pero debió haber sido un reto actoral inmenso.
Mis respetos para Ilse Salas. Lo que parecía ser una cosa terminó siendo otra completamente diferente. Juan Manuel Bernal ya se consagró como el villano más perfecto de nuestra industria.
¿Y qué me dice de Ximena Romo? Jamás me imaginé que su personaje fuera a rematar de esa manera, igual que el de Edwarda Gurrola. ¡Qué barbaridad! ¡Qué tamaño de actriz!
Pero la que se llevó la serie fue Natasha Dupeyrón. Me interesa mucho celebrar a esta muchacha porque, por distintas circunstancias, como que la tenían encasillada.
En Señorita 89 nos damos cuenta de su potencial como actriz. ¡Es inmensa!
Porque, además, actúa manejando acentos. Algo que no es muy común en las series nacionales.
Luche con todas sus fuerzas por ver completa, ahora que ya puede, Señorita 89 en Starzplay. Felicidades a todos los involucrados. Felicidades de corazón.
La sorpresa
Yo no pensé que me fuera a reír tanto con Ninis de HBO Max, pero me la pasé de carcajada en carcajada con la historia, los personajes y las ocurrencias.
Me queda claro que es una producción que se grabó en un contexto pandémico y de bajo presupuesto, pero, por lo mismo, como que los escritores y los actores sacaron la casta, le inyectaron el triple de creatividad y el resultado es divertidísimo.
Es la historia de varios amigos que viven en un mismo departamento (Sí, muy Friends), pero que viven exactamente esas cosas oscuras, ácidas y entrañables que sólo puede vivir un grupo de amigos en el México de hoy.
Se llama Ninis por obvias razones y el reparto es la cosa más fantástica que usted se pueda imaginar.
Jesús Zavala es un “perro” maldito adorable. Natalia Téllez está en el personaje de su vida. Gonzalo Vega Jr. nació para la comedia. Oka Giner es hilarante. Punto. Y Ruy Senderos, bueno, hace mucho que no lo veía brillar así.
A su lado hay un desfile glorioso lo mismo de talentos consagrados como Darío Ripoll y Armando Araiza que de niños actores perfectamente bien dirigidos.
A mí me gusta Ninis porque no me la esperaba, porque no es una telenovela cómica, porque es como un programa de televisión pero hecho para el streaming. ¡Lo mejor de dos mundos!
Se la recomiendo para ponérsela a la familia para amenizar la comida o la cena. No se va a arrepentir y menos cuando escuche las risas. Todos terminarán diciendo algo exactamente como casi nunca sucede cuando se trata de plataformas.
¡Bravo, HBO Max! ¡Qué agradable sorpresa de serie mexicana! ¿O usted qué opina?