La nueva temporada de “Emily en París” de Netflix es un caramelito para el alma.
Qué manera tan más bonita de darle continuidad a una serie cuyo único objetivo es darle un poquito de felicidad a las multitudes.
Quién sabe qué esté pasando en el mundo que de lo único que podemos hablar ahora es del odio y de sus infinitas manifestaciones. “Emily en París” es amor. Como una telenovela, pero en serie.
No tengo espacio para profundizar pero es casi un hecho que usted maneja todos los antecedentes de esta preciosidad de Darren Star, el creador de “Beverly Hills 90210”, “Melrose Place” y “Sex and the City”.
Amo todo lo que pasa aquí, desde la “McBaguette” hasta ese remate exquisito del episodio 10. Ojalá que usted la pueda ver.
Le guste a quien le guste o le moleste a quien le moleste, “Emily en París” es una de las mejores series del mundo. Y ésta sí es serie. Y ésta no necesita de derroches de producción, de efectos especiales o de escándalos para funcionar.
Si no se ha puesto al día, hágalo. Aquí encontrará lo más difícil de encontrar en estos días: felicidad.
COMEDIA
Qué cosa tan más chistosa es “Oríllese a la orilla” de VIX, una serie cómica que tuvo la desgracia de entrar al mismo tiempo que “La casa de los famosos México” y los Juegos Olímpicos de París 2024 pero que es verdaderamente excepcional.
Como usted sabe, son las aventuras de Toña (Michelle Rodríguez) y Brayan (Armando Hernández) de “40 y 20” transformados ahora en policías chilangos.
Yo estoy enloquecido de placer ante la creatividad de los guiones de gente como Guillermo Ríos y ante la participación de figurones como Mario Zaragoza, Jesús Ochoa, Enrique Arreola, Luis Rodríguez “Guana” y María Elena Saldaña.
Qué gloriosa producción de Ricardo Coeto, Francisco Cordero, Alfredo Marrón y el gran Gustavo Loza que además, es el creador y director de esta joya.
¿Por qué hay que verla? Porque es un delirio que fusiona lo más popular con lo más crítico.
Me parece admirable la manera como Toña y Brayan llegaron hasta donde llegaron pero mil veces más que se diga lo que aquí se está diciendo de todo. ¡De todo!
Búsquela. Le va a encantar. De veras que sí.
SORPRESA
Es importante que usted sepa que se acaba de estrenar “Cristal contra concreto” en Canal 22.
¿Por qué? Porque mucha gente, manipulada por ciertos medios, algoritmos e influencers, jura que los medios públicos o sólo tienen programas para hablar bien del gobierno o que ya no están haciendo nada esperando el cambio de sexenio.
¡Mentira! ¡Mentira! ¡Y mil veces mentira! Éste es un programa completamente nuevo y no sólo no habla bien del gobierno, no tiene nada que ver con política. Es cultura, inteligencia, vocación.
Son los grandes temas de la humanidad, como “lo que se espera de los hombres hoy”, desarrollados a través de charlas con inmensos invitados, como el sexólogo Francisco Delfín, y la brillante conducción de Pedro Kóminik.
Pedro se esmera, como pocos conductores, por sacar lo mejor de sus invitados y el resultado es ameno, estimulante, diferente. Es el principio de algo bueno.
Luche con todas sus fuerzas por ver “Cristal contra concreto”. Se transmite los domingos a las 22:00 en Canal 22 y sube permanentemente a YouTube. ¡Felicidades!