Espectáculos

'Marvel Lucha Libre Edition' y el Gobierno de México

Por medio de la presente le solicito al gobierno de México y muy especialmente a nuestras máximas autoridades de Cultura, Deporte y Relaciones Exteriores que intervengan en el caso de “Marvel Lucha Libre Edition”.

¿Por qué? Porque representa un imperdonable atentado contra la cultura y el deporte de este país.

Si ustedes estaban escandalizados por lo que Carolina Herrera hizo con nuestros textiles, aquí tienen motivos para preocuparse más.

La lucha libre mexicana estaba a nada de ser considerada patrimonio cultural intangible de la humanidad. Después de esto, somos una vergüenza.

No puedo creer que se haya permitido. No puedo creer que se haya autorizado. No me cabe en la cabeza que una corporación tan seria como The Walt Disney Company haya cometido un error de este tamaño.

Por favor, hagan algo. No están robando nuestro imaginario colectivo. Nos están faltando al respeto. Muévanse porque, para acabarla de amolar, en este 2023 nuestra lucha libre está cumpliendo 90 años de vida y este contenido mancha cualquier celebración que ustedes estén organizando.

¿De qué estoy hablando? ¿Por qué tanto escándalo? ¿Qué está sucediendo aquí?

Disney+ anunció desde hace mucho el estreno de “Marvel Lucha Libre Edition”. Nunca explicó ni dejó ver nada.

Esto iba para 2022, pero como que alguien les avisó que Netflix iba a sacar en enero de 2023 una serie sobre lucha libre mexicana y, ¿por qué no aguantar ese material para boicotearla?

El caso está en que se estrenó, comencé a verla y le juro que estuve a nada de ir a “La mañanera” para pedir la ayuda del presidente.

Quiero narrarle le experiencia justo como la fui viviendo para que comprenda lo que le estoy diciendo:

Soy suscriptor de Disney+. Nadie me regaló mi suscripción. Yo la pago porque, más allá de mi trabajo, es una marca que quiero y admiro.

Entré al apartado de MARVEL y seleccioné “Marvel Lucha Libre Edition”.

¿Con qué me encontré? Con una serie documental que me estaba explicando y contando la historia de la lucha libre mexicana con la narración de una estrella que me encanta: Franco Escamilla.

Lo primero que me llamó la atención fueron las imprecisiones del guion. No pasa “nada”. A cualquiera le puede suceder.

Pero luego vi y escuché cosas monstruosas para una manifestación cultural tan sagrada para nosotros como mexicanas y como mexicanos. Puse el grito en el cielo.

“Marvel Lucha Libre Edition” dice que nuestros luchadores están inspirados en personajes de MARVEL, que son lo que son porque buscan honrar al Capitán América, que son descendientes de los veteranos gringos de la Segunda Guerra Mundial y que celebran el “Thanksgiving Day”.

No y no le he dicho nada. Esta serie intercala la colaboración de periodistas, luchadores y especialistas que apoyan ideas como que nuestras luchadoras tienen talento porque se fueron a un retiro a Estados Unidos y a estudiar a Japón.

Obvio, según ellos, las máscaras de nuestros luchadores vienen de Spiderman, de Thor, de Hulk y de Ms. Marvel. ¡Me muero!

¿Quiere más? Podemos hablar de afirmaciones tan delicadas como que la policía de la Ciudad de México está comprada por nuestros luchadores o como que las luchadoras mexicanas consumen sustancias prohibidas para hacer lo que hacen.

Es un insulto gravísimo que se va poniendo peor hasta llegar al episodio cuatro donde se comienza a mezclar esto, que en teoría era un torneo, con una supuesta historia y S.H.I.E.L.D, Hydra y montón de elementos de ficción.

O sea que todo era un juego, algo falso. ¿La lucha libre mexicana es eso? ¿Merece eso? ¿Es falsa?

¿De qué países son las personas que hicieron este material que no entienden el tamaño de insulto que su obra representa? Hay cosas con las que nadie se debe meter y menos para desinformar.

“Marvel Lucha Libre Edition” desinforma, agrede. Nos pinta muy mal.

Yo, a estas alturas, ya no sé si MARVEL hizo un torneo con la AAA, si el torneo fue de verdad o no, si este trabajo le da seguimiento a ese torneo o si las afirmaciones históricas que se hacen aquí tienen sustento o si de plano se las inventaron para inyectarle sabor al drama.

No entiendo nada porque, objetivamente, “Marvel Lucha Libre Edition” está muy mal contada en términos cinematográficos y de guión. Tan es así que hay secuencias resueltas a manera de comic.

Si usted va a hacer un falso documental, lo primero que tiene que poner en la pantalla es una advertencia, preparar a la gente, ser profesional. ¡Así no se hacen las cosas!

¿Pero sabe qué es lo más peligrosos de esto? Que hasta MARVEL sale perdiendo porque estos irresponsables del “streaming”, en su afán por alucinar alrededor de la lucha libre mexicana, acaban por burlarse de MARVEL, de su universo y de sus personajes.

Es horrible, por ejemplo, la manera como ridiculizan la adquisición de poderes por parte de esos hombres y de esas mujeres. ¿Acaso nadie en MARVEL leyó esto antes de soltar el dinero?

Que me perdone quien me tenga que perdonar pero la lucha libre mexicana no tienen ninguna necesidad de ensuciarse con este tipo de propuestas y me cae que algún día será patrimonio cultural intangible de la humanidad.

Ojalá que nuestras autoridades intervengan y en caso de existir, que llenen el vacío legal que permite que estas cosas se puedan grabar y distribuir atentando contra la cultura y el deporte de México. ¿O usted qué opina?

Álvaro Cueva



[email protected]
Google news logo
Síguenos en
Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • [email protected]
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.