Muchas personas me han estado pidiendo una crítica de Vis a vis, porque la están viendo en Netflix.
Yo, la verdad, tengo sentimientos encontrados porque el año pasado le hablé de esta serie española, cuando se estrenó en Antena 3, cuando periodísticamente era nota.
Obvio, estoy para servirle y en un momento más le voy a dar mi opinión sobre este título, pero quiero que antes nos pongamos a reflexionar sobre un asunto que me tiene verdaderamente preocupado:
¿En qué momento se deben hacer ahora las críticas de los programas de televisión?
¿Cuando se estrenan, independientemente de la ventana en que lo hagan, o cada vez que se presenten en una plataforma diferente?
¿O sea que si un concepto como El hotel de los secretos es lanzado en Univisión, luego en Blim y más tarde en El Canal de las Estrellas, le tengo que escribir tres veces de él?
Me queda claro que el consumo de entretenimiento tiende a ser cada vez más personalizado, ¿pero qué significa esto? ¿Que la crítica debe dejar de ser un asunto periodístico para moverse a capricho de los espectadores?
Es como cuando me piden que analice proyectos que todavía no se estrenan en México.
¿Lo hago o no lo hago? Si lo hiciera, estaría promoviendo la piratería y los monitoreos ilegales a través de internet, pero si no lo hago, estaría dejando de atender al público.
Discúlpeme que lo moleste con esto pero para mí, que quiero darle el mejor de los servicios, éste es todo un tema y a veces no sé qué hacer.
Si usted tiene alguna sugerencia, por favor hágamela llegar a través de las redes sociales. Se la voy a agradecer mucho.
¿Qué es Vis a vis? ¿Qué pasa con ella? Estamos frente a la primera temporada de una magnífica serie que fue diseñada para la televisión abierta privada de España en 2015.
Sí es importante entender esto porque su estructura no es la de un sistema de distribución de contenidos en línea como Netflix. Es de tele abierta privada, la del rating, con todas las truculencias que esto implica.
¿Y qué cree? A pesar de eso es maravillosa. ¿Por qué? Porque consigue cautivar y emocionar a las audiencias a través de una historia muy sólida y de una fabulosa colección de personajes.
Aunque navegue con la bandera de serie, Vis a vis es una telenovela de cárcel de mujeres como hemos visto miles desde los años 60.
¿Cuál es la diferencia? Las posibilidades técnicas y narrativas de la actualidad.
Algunas personas están jugando a comparar esto con Capadocia y Orange is the New Black. No estoy de acuerdo.
Capadocia fue una serie nacional de hace 10 años que se hizo bajo otro esquema, para otra ventana y con un discurso político muy peculiar.
Y Orange is the New Black no solo pertenece a otros género dramático, al de la nueva comedia estadunidense, es un concepto producido específicamente para los sistemas de distribución de contenidos en línea.
Por si esto no fuera suficiente, los españoles no miran televisión como nosotros.
No son ni mejores ni peores, consumen menos, tienen un esquema más enfocado hacia los canales públicos y se fijan en otras cosas.
¿Por qué cree usted que los grandes canales de televisión de paga y que los más importantes sistemas de distribución de contenidos en línea llegaron primero a Monterrey y a Guadalajara que a Madrid y a Barcelona?
Mi mejor recomendación es que usted aprecie esta joya sin ninguna clase de prejuicios porque, además, tiene un punto a su favor: culturalmente se acerca mucho a nosotros.
Es más fácil que los televidentes mexicanos se identifiquen con los personajes y las situaciones de Vis a vis a que lo hagan con títulos realizados en otros momentos y/o en otras culturas.
Aquí las leyes, los delitos y las mujeres son mucho como nuestras leyes, nuestros delitos y nuestras mujeres, y no es melodrama.
Por tanto el sentimentalismo es sustituido por la resolución de enigmas y la adrenalina, y eso es mucho muy sabroso.
¿Y qué me dice de la producción, del lenguaje cinematográfico, de las sorpresas a nivel libreto y de las actuaciones?
Si bien esto no es el producto de gala de la televisión europea, le da 14 mil arrastradas a la más fina de las producciones de nuestra televisión abierta privada mexicana y latinoamericana.
Y no juega a "soy muy valiente porque estoy tocando temas escabrosos" como luego ocurre por acá.
Juega a lo que tiene que jugar, a "si me miras vas a pasar un magnífico rato de entretenimiento donde serás tratado con respeto como el ser pensante y sensible que eres".
No sé usted, pero yo prefiero esto a que me salgan con que para ser "diferente" hay que tocar temas escabrosos que de escabrosos no tienen nada.
Tal y como se lo dije el año pasado, busque Vis a vis en donde pueda, ahora en Netflix.
Mírela antes de que alguien de por acá la compre y la quiera hacer a la mexicana. Le va a encantar. De veras que sí.
@AlvaroCueva